viernes, 23 de febrero de 2007

Sobre la Tinta de las Impresoras

La tinta que habitualmente utilizamos en las impresoras de chorro, no es nada más que una suspensión de diminutas partículas negras o de color en agua, es lo más parecido a la tinta china de toda la vida. Hay dos factores fundamentales en este producto, el tamaño de las partículas, que ha de ser mínimo y uniforme y su color. A la hora de fabricar la tinta, el obtener un buen producto, supone poseer un buen sistema de fabricación y un elevado control de calidad, pero en sí no tiene secreto. Cualquier fabricante tradicional de tinta para estilográfica, tiene la técnica y los controles de calidad suficientes, si se lo propone, puede fabricar tinta de calidad y de hecho muchos lo hacen, pues son ellos y no los fabricantes de impresora los que fabrican la tinta que contienen los cartuchos.



Desde hace tiempo la política seguida por los fabricantes de impresoras, ha sido vender las impresoras a un precio muy reducido y poner a los cartuchos de tinta un precio desorbitado, se calcula que un litro de tinta cuesta entre 2000 y 3000 €. Pretenden por ello conseguir un mercado cautivo de clientes obligados a comprarles la tinta, independientemente del precio que puedan poner al cartucho, al tener impresoras que solo aceptan sus cartuchos de tinta.

Por lo tanto el negocio está en la venta de repuestos de tinta y no en la de impresoras, los fabricantes han entrado en una dinámica de prácticas abusivas, para mantener cautivo al cliente. Por un lado intentan que cada impresora tenga un cartucho específico protegido por múltiples patentes que impida o dificulte la fabricación de un repuesto a la competencia.

Otra práctica corriente es colocar los tres depósitos de tinta de color en un solo bloque, de forma que al finalizar con uno de los colores, te obliga a sustituir los otros dos. Por fuerza determinado color se terminará antes que los demás, arrastrando prematuramente al cambio de cartucho de color.

El fabricante EPSON, ha colocado en los depósitos de tinta de algunos de sus modelos, un chips, que cuentan las páginas que imprime y llegando a determinado número de páginas, solicitan su cambio, independientemente de que hayan escrito en cada página toda la carilla o un único punto y rebosen de tinta, esta medida ya le ha costado más de algún juicio por prácticas comerciales indebidas.


tintaLa actuación de los fabricantes de impresoras es abusiva, por ello deberíamos luchar en contra de estas prácticas. La primera medida, debe ser tener en cuenta el precio de los repuestos de tinta y si existen alternativas de otras marcas a la hora de comprar una impresora, pues el precio de adquisición, siendo importante, no debe ser el único elemento a tener en cuenta a la hora de comprar una impresora.

Otra forma práctica de lucha contra el abuso, es utilizar tinta ajenas al fabricante. Si conseguimos entre todos reducir significativamente los ingresos del fabricante por venta de tinta, la razón económica que ha motivado estos abusos, no tendrá razón de ser y volverán a prácticas comerciales razonables, basadas en la pura competencia en calidad y precio de las propias impresoras. Pero ojo en esto, muchos fabricantes si tenemos alguna pega con la impresora en periodo de garantía y el repuesto de tinta no es el de la marca, no se hacen cargo de la reparación y dejan invalidada la garantía.

No existen secretos industriales, ni complicadas tecnologías en la fabricación de tinta para impresoras, no hay problema en utilizar cartuchos de tinta fabricados por otros fabricantes de prestigio. Son empresas de reconocido calidad las que hacen marcas como Verbatim, Kores o Pelikan entre otras. Llevo años haciendo uso de cartuchos alternativos o clónicos y no he notado que ello dañe a la impresora en forma apreciable.

Aunque existe otra práctica que es el uso de kits de rellenado de tinta. Consiste en inyectar en los cartuchos habituales, tinta para prolongar su uso. No soy muy partidario de esa práctica, siempre termino poniendome perdido de tinta, no soy muy hábil en esto.

Si no somos muy exigentes en los resultados, con tan solo inyectar un poco de agua cuando están a un tercio de su capacidad, se puede prolongar la duración de la tinta. No solo la tinta restante, sino la que queda pegada a las paredes interiores del cartucho se mezcla con el agua, creando nueva tinta que asombrosamente conserva gran parte del colorido inicial. Quien no lo crea, que haga la prueba, se quedará asombrado del resultado. Aunque es mejor introducir tinta que agua.

Una buena solución es optar por no utilizar el color, salvo en casos que sean absolutamente necesarios. Cuando quiero reproducir en color fotografías, que es donde mas sensible resultan los cambios de gama, recurro a una tienda de fotografía digital, que tiene precios realmente competitivos, que reproducen las fotografías con una magnífica calidad, tanto en las tintas utilizadas, como del papel soporte, otro elemento de un precio abusivo cuando lo venden en cantidades reducidas.

Debemos tener mucho cuidado con el rellenado de cartuchos, para no manchar de tinta el lugar donde nos encontremos. Esa labor se puede hacer en cuartos de baño o cocinas, y poner el máximo cuidado, aun que tengamos abundante agua y papeles para recoger la tinta derramada y se limpien los muebles sin excesiva dificultad… (que la suerte hos haga compañía).

Unos buenos equipos de rellenado son los de Tintajet o InkTec.Co. De todas formas debe tenerse en cuenta que los cartuchos de tinta, originales o de otras marcas, no están pensados para aguantar mucho uso, y las toberas de tinta degeneran pronto, siendo recomendable no rellenarlas más de tres veces, y tarde o temprano, deberemos sustituirlas por otras nuevas, del fabricante, o de marcas alternativas.

Como ocurre siempre, no todo ha de ser malo, y el abuso de los fabricantes de impresoras ha precipitado el habito de trabajar directamente sobre la pantalla del ordenadorpor, por el desorbitado encarecimiento de la impresión, reduciendo la impresión a lo imprescindible. En lugar de imprimir sistemática, hacemos una práctica selectiva. Cuando poco a poco, nos acostumbrarme a leer sobre la pantalla (sobre todo con las planas que no afectan tanto a la vista), podemos olvidarnos del uso de la copia impresa, habituándome al uso de herramientas propias de la edición (búsqueda automática de un termino, abrir varias sesiones simultáneas en una misma pantalla, etc.). Cuando te habituas te olvidas un poco de la impresora.

No cabe duda que esta práctica que será la que en el futuro efectúen habitualmente las próximas generaciones sin lugar a dudas, ha sido precipitada por el abusivo importe de la tinta. Miles de árboles permanecen aún en píe gracias a estos abusos de los fabricantes de impresoras (todo no va a ser malo), aunque no sea esa su pretensión, sino exactamente todo lo contrario.


Igual pasa con las copias en papel de fotografías, el precio abusivo, esta vez combinado de tinta y papel, ha llevado a que la gente se intercambie directamente los ficheros digitales y solo excepcionalmente pasen a papel (eso si, a gran formato), una determinada fotografía. De no haber abusado desmedidamente en el precio, todos hubieramos seguido pasando a papel las fotografías efectuadas con nuetras cámaras digitales. Su desmedida ambición a reducido mas que aumentado los ingresos que hubieran podido tener por estos conceptos.