¿Recuerdas cuando comprabas carretes de 100 ISO, 200 ISO, 400 ISO…? Nuestras fotografías se plasmaban en los negativos: película de 35 milímetros (normalmente), que no era más que una cinta plástica cubierta por una emulsión de material químico que al recibir luz formaba una imagen.
La fotografía digital, en cambio, capta la luz a través de unidades electrónicas llamadas píxeles, que determinan el tono y el color de una imagen.
Imaginemos que nuestra fotografía es, por tanto, un puzzle formado por muchísimas piezas. Cada pieza del puzzle, sería un píxel. Si observamos una publicidad en el metro o en una valla publicitaria, veremos que la imagen está formada por cuadros de colores.
Cuando realizamos una fotografía digital, la luz se convierte en una imagen electrónica. Se realiza a través de un sensor electrónico llamado CCD (Charge-Coupled Device, "dispositivo de carga acoplada”) o CMOS (ya hablaremos de ellos en otro post), donde miles de elementos fotosensibles convierten la luz en una señal eléctrica que dará lugar a un píxel en la imagen final. Resumiendo: un pixel es cada una de las unidades que forman una imagen digital (cada ficha del puzzle).
La resolución de una cámara digital está determinada por el número de elementos del CCD. Cuantos más píxeles, más resolución. A más resolución, mejor calidad de imagen. Hay que tener en cuenta que la resolución de una imagen indica la capacidad de representar los detalles más pequeños.
Cuando hablamos de un megapixel, hablamos de un millón de píxeles, es decir, si nuestra cámara permite hacer fotografías de 3888 píxeles de ancho por 2592 de alto, hablamos de una cámara de 10.077.696., es decir, de 10 megas. Sí permite hacer fotografías de 1600x1200, tendrá 1,92 megas.
¿Diferencias entre cámaras de 7, 8, 9, 10… megas? Realmente, poca para un aficionado que no va a procesar o retocar la imagen posteriormente. Si hacemos algo de memoria, en fotografía analógica encontramos cámaras de 35 milímetros, de medio formato y de gran formato. Distintos tamaños de soporte, consiguen mayor posibilidad de plasmar los detalles, es decir… mayor resolución. Ahora, en la fotografía digital, no tenemos esos límites.
Si tus fotografías digitales aparecen pixeladas, prueba a cambiar la configuración del tamaño de imagen en la cámara o disminuye el tamaño de la copia (ya veremos que también podremos interpolar más adelante). Si no, ya sabes que tu próxima cámara debe tener más megapixeles de resolución.
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