Si alguien quiere publicar su obra bajo copyright estricto, que se quede sin subvenciones y sin desgravación fiscal. Película que financia el pueblo, película para el pueblo: cine procomún. Utópico, ¿verdad? Pues no tan utópico como intentar mantener con vida, mediante ingente inversión pública, un sector en estado terminal. Como si se tratase de una especie protegida, y encima pretender que los ciudadanos pasen por caja y sigan consumiendo sin rechistar: eso sí que es utópico.
¿Hablamos de modelo de negocio? Pues bien, ahí va uno revolucionario: volver a llenar los cines de gente. Gente que vaya al cine no a ver fútbol, sino cine de verdad. Señora Guionista: suprima los parásitos del cine español. Con el dinero que puede ahorrarse en derechos de reproducción y exhibición, devuelva la magia al viejo cine. Sáquelo de los centros comerciales, donde es un simple producto, y devuélvalo a los barrios, para que vuelva a ser una fábrica de sueños. Pague a los acomodadores, ponga en marcha la máquina de palomitas, y vuelva a abrir el viejo Majestic. Sin copyright es posible.
¿Que las películas subvencionadas sean licenciadas bajo una licencia libre? Hoyga, pues a mi me gusta la idea.
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