Distribuciones de GNU/Linux hay muchas. Esto puede jugar en contra en el momento de tomar la decisión de migrar de sistema operativo, o simplemente de comenzar a investigar. Porque claro, para saber con que “distro” nos quedamos, primero debemos probarla y comprobar si nos reconoce todo el hardware, que aplicaciones tiene, que gestores de paquetes utiliza, etc.
Pero por suerte existen los LiveCD o CD vivo, que no es más que un sistema operativo almacenado en un CD capaz de ejecutarse sin instalarse ni alterar el equipo. Para ello hace uso de la memoria RAM como disco virtual y el lector de CD como sistema de archivos.
Utilizar un LiveCd para probar las distintas distribuciones de GNU/Linux es la opción ideal para comenzar a migrar, ya que son muy fáciles de encontrar, tanto en la Web como en los puestos de revistas.
Además, no hay instalación, por lo que no hay que tocar el disco rígido, ni seguir procedimientos complicados. Así, los datos, particiones o sistemas operativos no se pierden.
En síntesis, las distribuciones LiveCD intentan hacer llegar GNU/Linux a los usuarios de otros sistemas operativos.
¿Como usarlos?
Para hacer uso de un LiveCD en nuestro equipo, primero que nada debemos descargarnos la .iso (imagen de disco) y grabarla en un CD o DVD. Luego de esto, reiniciamos la PC indicándole que arranque desde la unidad de CD. De esta forma, el equipo detectará el LiveCD y comenzará el booteo del sistema operativo.
La mayoría de las distribuciones Live suelen tener un reconocimiento de hardware avanzado, así que si tenes un equipo medianamente nuevo, seguro que funcionará de maravillas.
Algunas distros poseen un instalador para poder ser instaladas, pudiendo conocer el rendimiento real de la distro, ya que la velocidad de transferencia de las unidades lectoras (CD/DVD) es muy inferior a la de los discos duros.
¿Cuál elegir?
La distribución Live más conocida es la de Knoppix, basada en Debian, fue la que reinventó el LiveCD en el año 2003 luego de los intentos Yggdrasil en 1995 y de DemoLinux en el 2000.
Pero si lo que buscan son recomendaciones, les aconsejo comenzar a probar las más “amigables”, como Ubuntu y sus derivadas, Xubuntu y Kubuntu; Fedora, OpenSuse, Linspire, GnewSense, etc.
Y si lo que quieres hacer es reavivar esos vestejos llenos de polvo, te recomiendo Puppy, una distribución Live capaz de correr en un Pentium 200 Mhz.
Y si te animas a mas, te recomiendo Debian (padre de tantas distribuciones, entre ellas Ubuntu) o Gentoo.
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