
Realizando un calculo sencillo y dado que los seres humanos somos más de 60 % agua, una persona si podría caminar por encima del mercurio. De manera dificultosa incluso podría mantenerse de pie y tal vez con los pies sumergidos, flotar en el único metal líquido a temperatura ambiente.

Aunque este paseo sobre una piscina repleta de mercurio fuera posible, las consecuencias serian muy peligrosas. La inhalación de los vapores de mercurio y el contacto continuado producen escozor de garganta, dolor de cabeza, náuseas, pérdida del apetito, debilidad muscular e irritación de la piel.
Bonus track Videolink: Bola de cañón flotando en mercurio
1 comentario:
Y no nos olvidemos que produce una enfermedad del sistema nervioso conocida como el Baile de San Vito, parecida al parkinson.
Publicar un comentario