Es probable que muchos de vosotros hayáis perdido de vez en cuando datos al formatear o borrar datos de una unidad de disco por error. Pero seguro que nunca os ha costado 38.000 millones de dólares.
El Departament of Revenue en Alaska sufrió esa catástrofe cuando un técnico de sus instalaciones informáticas borró información de un disco con datos sobre cuentas petrolíferas, y luego acabó formateando también el disco donde residía la copia de seguridad.
La historia la cuentan en CNN.com, donde señalan que una 'tercera línea de defensa', las cintas de backup, tampoco sirvieron, puesto que eran ilegibles, lo que hizo que se perdieran importantes datos.
Por ejemplo, nueve meses de datos recogidos del Fondo Permanente de Alaska, 800.000 imágenes escaneadas a mano, certificados de nacimiento, de residencia, y solicitudes ingresadas durante todo el 2006.
Todo ese material sólo estaba guardado en un segundo almacén. Y no digitalmente, sino tan sólo en forma de los papeles e impresos con todos esos datos.
Eso obligó a que unas 70 personas tuvieran que trabajar todos los fines de semana durante mes y medio para reintroducir los datos, lo que costó 220.000 dólares.
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