Urgencias
EmergencyEn el departamento de Urgencias de un hospital americano, un médico se niega a atender a un joven sin identificar al que recogen de la calle medio moribundo. Al parecer, el herido no lleva la tarjeta del seguro y las personas que lo han traído no quieren hacerse cargo de él. Tras encendidas discusiones con el recepcionista del hospital, que quiere que le saquen de allí aquel fardo sangrante, y tras efectuar varias consultas telefónicas con el director, éste decide bajar un momento para pedir a los recién llegados que dejen de armar escándalo y se marchen con el joven, porque no quiere atenderlo. Una vez abajo, el director descubre que el moribundo –que luego fallecerá-, es su propio hijo.
Astucia de mujer
Accidente de coche un chico va conduciendo solo por la carretera y cuando de repente, es embestido por otro coche conducido por una chica, que no ha realizado correctamente la incorporación a la circulación. Ninguno de los dos se hace daño pero los coches quedan prácticamente destrozados.
Ambos salen del vehículo por su propio pie, y cuando el joven se dirige a pedir explicaciones, la chica (muy atractiva, por cierto) comienza a hablar: “¿Estás bien? Si, estás bien. Y yo también. No tengo ni un rasguño. Esto debe de ser cosa del destino. El destino nos ha unido. Es una señal.”
El chico encantado y desconcertado por lo extraño de la situación, olvida pedir responsabilidades del accidente y le da la razón a la chica. “Sí, sí, debe de ser cosa del destino” (a ver sí cae).
La chica se dirige al coche y coge una botella de vino que ha quedado intacta. Mirando de forma insinuante al chico, le propone celebrar su buena suerte. Él, nervioso, acepta y se bebe media botella. Cuando se la pasa a la chica, ésta tira el resto del vino y rompe la botella en añicos. Acto seguido le dice al chico “Ahora esperaremos a que venga la policía a depurar responsabilidades…”
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