domingo, 16 de septiembre de 2018

Las licencias Creative Commons, explicadas.

A pesar de la nueva y polémica directiva europea sobre copyrightno todo el contenido que se puede encontrar en la red está protegido. Algunas personas gustan de liberar su trabajo para que el resto de usuarios puedan usarlo bajo algunas condiciones. Estas condiciones son, precisamente, las que recogen las licencias Creative Commons.
Estas licencias, ampliamente utilizadas en la red en sitios como Flickr y bancos de imágenes, sirven para garantizar al creador (o licenciatario) una serie de derechos sobre sus productos, a la par que permiten compartir y utilizar el contenido de forma completamente gratuita. En total hay seis tipos, y cada uno de ellos impone una serie de condiciones distintas.

Entendiendo las condiciones y los tipos de licencia

Licencias CC
Creative Commons contempla cuatro limitaciones que pueden combinarse entre sí para hacer licencias más o menos restrictivas. Puedes ver sus símbolos en la imagen superior y estas son:
  1. Atribución (BY): para usar una obra en cualquier tipo de medio es imprescindible citar al autor de forma explícita.
  2. CompartirIgual (SA): se puede usar una obra para crear otra, siempre y cuando esta se publique con la misma licencia que la obra original.
  3. NoDerivadas (ND): puedes usar una obra para cualquier cosa, siempre y cuando no la modifiques. Un ejemplo sería coger una foto de un cielo y editarla para añadir un avión pasando por encima, o modificar la velocidad de un clip de audio.
  4. NoComercial (NC): puedes usar usar una obra para generar otra obra, siempre y cuando no vayas a ganar dinero con ella. Es muy común en las fotos de Flickr.
Esta serie de condiciones generan un total de seis licencias diferentes. Todas ellas tienen en común la atribución al autor, pero según cual elija el licenciatario, el usuario podrá hacer unas cosas u otras. Estas son las siguientes, ordenadas de menos a más restrictivas. Para ve

Atribución (CC-BY 4.0)

CC BY
Es la más sencilla. Una obra con esta licencia puede usarse para lo que se desee, incluya o no modificación de la misma, sea o no comercial, siempre y cuando se cite al autor.

Atribución-CompartirIgual (CC BY-SA 4.0)

CC BY SA
Si una obra tiene esta licencia significa que puede usarse para cualquier proyecto, sea o no comercial, se edite o modifique o no, siempre y cuando se cite al autor y sea publicada bajo la misma licencia CC BY-SA 4.0. Es decir, cualquier persona podrá usar tu obra para sus propios proyectos, y así sucesivamente.

Atribución-NoDerivadas (CC BY-ND 4.0)

CC BY-ND
Puedes usar una obra con esta licencia, sea o no con ánimo de lucro, siempre y cuando cites al autor y no hagas una obra derivada de ella. A modo de ejemplo, podrías coger una foto de un atardecer para ilustrar un artículo, pero no editarla para añadir texto, otras imágenes, etc.

Atribución-NoComercial (CC BY-NC 4.0)

CC BY-NC
La licencia CC BY-NC 4.0 es una derivada de la primera que significa que puedes usar una obra si citas al autor y siempre en proyectos no comerciales. Puede ser, por ejemplo, una foto para una presentación de clase o para ilustrar un trabajo de la universidad.

Atribución-NoComercial-CompartirIgual (CC BY-NC-SA 4.0)

CC BY-NC-SA
Esta licencia es una mezcla de las dos primeras con un pequeño añadido. Puedes usar una obra siempre y cuando sea para un proyecto sin ánimo de lucro, cites al autor y publiques el resultado bajo la licencia CC BY-ND-SA 4.0.

Atribución-NoComercial-NoDerivadas (CC BY-NC-ND 4.0)

CC BY-NC-ND
Igual que la anterior, es una mezcla de la primera y la tercera con la salvedad de que debe usarse para obras sin ánimo de lucro. Puedes usar una obra mientras cites al autor, sea para proyectos no comerciales y no la modifiques de ninguna manera. Las charlas TED, por ejemplo, tienen estas licencias.

La licencia CC0 o de dominio público

Licencia Dominio Público
A estas seis licencias se le debe sumar una última que es la CC0, más conocida como licencia de dominio público. El autor que utilice esta licencia rechaza sus derechos de autor y la libera para su uso en cualquier condición y contexto sin necesidad de atribución. Es, por ejemplo, la licencia que tienen las fotos y vídeos de Pixabay o Pexels.

Cómo citar las obras Creative Commons

Ahora que conoces qué significa cada licencia, debes saber cómo citar. No es algo complicado. Por lo general, basta con poner un enlace a la web de la que has sacado el archivo y otro a la licencia. La foto superior tiene licencia CC BY-ND 2.0, es decir, puede usarse para cualquier proyecto, sea o no comercial, siempre y cuando no se modifique.
Para citarla valdría con poner el nombre del autor, un enlace a la fuente (Flickr, en este caso), el nombre de la licencia y un enlace a la misma. Es decir: "Créditos de imagen | ZexonaZ con licencia CC BY-ND 2.0". Por otro lado, y aunque no es necesario en las obras con licencias Creative Commons, siempre se recomienda avisar al autor de que sus archivos han sido o van a ser utilizados en un proyecto.
https://www.genbeta.com/herramientas/licencias-creative-commons-explicadas-para-dummies

viernes, 28 de febrero de 2014

10 consejos para hacer tu smartphone más seguro

Si lo piensas bien, llevamos toda nuestra vida dentro del teléfono móvil. Solo con las aplicaciones más habituales (esas que siempre llevamos abiertas) un desconocido que tenga nuestro smartphone puede acceder a toneladas de información sobre nosotros, eso por no mencionar vía libre a nuestro correo, cuentas en redes sociales, archivos en la nube... Protegerse del todo es complicado, pero con unas cuantas sanas costumbres se pueden minimizar mucho los riesgos.

Hay muchas formas de acceder a nuestra información. Las redes WiFi publicas son un lugar donde la seguridad es especialmente baja. Existen muchas aplicaciones capaces de vulnerar otras en estos entornos, por lo que es mejor evitarlos en la medida de lo posible. Por supuesto, podemos entrar dentro de una fuga de datos masiva de una aplicación, o perder el teléfono. Cualquiera de estas situaciones nos pondrá menos nerviosos si ponemos en práctica estos consejos.

1.-Cuidado con las aplicaciones

Instalar aplicaciones de terceros es, en general, seguro, pero desconfía de las versiones no oficiales que imitan otro software oficial. Asimismo, nunca instales aplicaciones que solicitan permisos absurdos, como un software de alarma que, sin venir a cuento, solicite usar el teléfono.

2.-Elimina tus datos de contacto

Borra la dirección de tu casa y de tu trabajo que tienes guardadas en Google Maps para guiarte por GPS. Si tienes una tarjeta de contacto detallada, déjala con los datos básicos o elimínala. También podrías querer considerar desactivar los registros de llamadas

3-Instala un software antirrobo

Si alguien te roba el móvil o lo pierdes, lo primero que querrás hacer es evitar que accedan a tus datos. Find my iPhone y Google Device Manager son buenos lugares para empezar, pero hay otras recomendables como Prey. Instalarlas y configurarlas es dormir más tranquilo si tu móvil desaparece.

4.-Utiliza un gestor de contraseñas seguro

Utilizar los sistemas básicos de gestión de contraseñas a los que se accede desde el navegador como iCloud Keychain en iOS o Chrome en Android es tentador, pero también es una mala idea. Mejor instala una aplicación móvil de calidad como LastPass o 1Password.

5.-No guardes tus contraseñas en ciertas aplicaciones

Hay ciertas aplicaciones importantes en las que es mejor que no permitas que el software almacene de forma automática tu contraseña. Identificarnos cada vez que entramos es fastidioso, pero evita muchos problemas. Cuando decimos aplicaciones importantes estamos hablando del software con el que gestionas tus cuentas bancarias, pero también de otras que pueden ser muy dañinas si caen en malas manos, como Amazon o la aplicación de correo.
10 consejos para hacer tu smartphone más seguro

6.-Añade una contraseña de desbloqueo más larga

Es probable que sepas que el iPhone tiene un sistema para desbloquear el teléfono mediante un número de cuatro dígitos. Lo que quizá no sepas es que ese número puede ser más largo y seguro. Para configurarlo basta con entrar a Ajustes / General / Bloqueo con código y desactivar la opción Bloqueo simple. También se pueden introducir letras, pero es muy molesto tener que escribirlas cada vez.
En Android, hay una aplicación llamada Picture Password que permite crear patrones de desbloqueo completamente personales en base a una fotografía de nuestra elección.

7.-Realiza auditorías a tus aplicaciones

Cada cierto tiempo, haz un repaso a las aplicaciones que tienes instaladas y, sobre todo, a qué elementos del smartphone tiene acceso cada una. Si ves un permiso que no te convence, revócalo. Siempre tendrás tiempo de volverlo a autorizar la próxima vez que la aplicación lo necesite y te lo pida.

8.-Protege tus archivos en la nube.

No hace falta que lo protejas absolutamente todo, pero si tienes una aplicación en nube como Dropbox, quizá quieras proteger algunos de los archivos que almacenas allí. Dropbox o Skydrive permiten establecer códigos de acceso y restringir más o menos los permisos. Para tus propios archivos puedes cifrar algunos contenidos

9.-Personaliza tu teléfono

Puede parecer una tontería, pero personalizar los menús del smartphone a nuestro gusto (mejor si es mediante un jailbreak) también hace que los extraños que quieran acceder a los contenidos se encuentren con un primer problema: que no saben donde están las cosas. No es algo que vaya a parar a un hacker, pero es muy efectivo contra el común de los mortales.

10.-Actualiza todo el software

No esperes a instalar una actualización del sistema operativo porque te da pereza reiniciar. No esperes a tener 25 actualizaciones de aplicación pendientes. Si tienes un segundo libre, actualízalo todo y deja que el smartphone trabaje mientras tú haces otra cosa.
No tienes por qué llevar a la práctica todos y cada uno de estos consejos. Lo más básico es tener una buena contraseña o sistema para desbloquear el teléfono, mantener una copia de seguridad siempre al día, y habilitar un sistema, el que sea, para borrar nuestros datos de forma remota. Con eso podéis respirar bastante tranquilos.

jueves, 20 de febrero de 2014

¿Por qué la carpeta de las fotos siempre se llama DCIM?


El 18 de julio de 1992 tuvo lugar un acontecimiento sin precedentes, que marcó un antes y un después en la historia de internet. Ese día fue tomada la primera fotografía, que Tim Berners-Lee se encargaría de subir a la Red.
Y detrás de esta primera fotografía, por supuesto, hay toda una anécdota. Se trata de la instantánea de un grupo musical, pero no hablamos de Nirvana, ni de U2… Tampoco era una imagen de Queen. La primera foto de las tres uve dobles la protagonizan las cuatro integrantes de Les Horribles Cernettes, un grupo ‘amateur’ formado por novias y amigas de científicos de la Organización Europea para la Investigación Nuclear, más comúnmente conocida por sus siglas en inglés: CERN.
La foto fue tomada por un desarrollador del centro, Silvano de Gennaro, con su Canon EOS 650. De Gennaro era amigo de Berners-Lee, y este le pidió la fotografía. ¿Para qué? El retrato de Les Horribles Cernettesiba a ser su conejillo de indias. Hasta entonces era inimaginable encontrar una imagen en la Red, entre tanto texto y número, pero Berners-Lee quería ir más allá. Tras escanear la foto, retocar los colores, insertar el nombre del grupo y comprimirla adecuadamente, el que es considerado padre de la World Wide Web subió la primera foto de su historia.
De todo aquello hace ya más de veinte años. Ímaginate la cantidad de cosas que han sucedido entre el retrato de Les Horribles Cernettes y los tiempos de Instagram. Para empezar, han nacido algunos nombres que forman parte del día a día de todo fotógrafo, profesional o aficionado.
¿Te suena la carpeta DCIM?
La primera foto de la historia de internet fue escaneada. Esto quiere decir que Tim Berners-Lee, aun en tiempos más modernos, no tendría que abrir para retocarla la omnipresente carpeta DCIM, imprescindible en los dispositivos de hoy en día.
¿DCIM? ¿Por qué demonios una carpeta que contiene fotos no se llama ‘Fotos’? Tendría sentido que se llamase ‘fotos’ en inglés, o en otro idioma, pero… ¿DCIM? ¿Qué narices significa eso?
No importa qué aparato uses. Está en la tarjeta de memoria de tu cámara digital compacta, pero también en la SD de esa Réflex que te ha costado un riñón. Para colmo, es en dicha carpeta donde se almacenan las fotos que sacas con tu móvil. DCIM. No puedes huir de esas letras, aparentemente triviales. Las fotos se guardan directamente allí, y si la tarjeta de memoria que utilizas no tiene un directorio con ese nombre, la cámara lo crea.
Pero vayamos al grano: ¿de dónde salen estas letras? Son las siglas de Digital Camera IMages, así que, en cierta medida, la carpeta sí se llama algo así como ‘Fotos’, pero en inglés y abreviando una denominación más rigurosa.
Ahora bien, ¿por qué la dichosa carpeta se llama igual en todas las cámaras? Sea de la marca que sea, DCIM estará en tu máquina dispuesta a almacenar tus recuerdos fotográficos. Quizás la respuesta a esta pregunta sea algo decepcionante, pero se trata de un simple estándar. Así de sencillo. Tras estas letras, hasta ahora enigmáticas, no hay ninguna historia apasionante, ni ningún grupo de música amateur: hay unos señores muy serios del país del Sol Naciente.
Una norma del lejano Oriente
Esta ‘regla’ la establecieron, años atrás, dos asociaciones: JEITA y CIPA. Ahora bien, ¿qué son estas organizaciones y por qué deciden algo tan importante como el nombre de la carpeta en la que se guardarán nuestras fotos? Son, respectivamente, la Asociación de Industrias Electrónicas y de Tecnologías de la Información de Japón y la Asociación de Productos para Cámaras e Imágenes, también del país nipón.
Ambas asociaciones están formadas por empresas como Nikon, Casio, Ricoh, Fujifilm, Canon, Olympus y un largo etcétera de lo que, en definitiva, son las principales compañías fabricantes de cámaras fotográficas del mundo.
Así que, en efecto, el nombre del directorio de marras, como casi todo lo que tiene que ver con la imagen digital, fue dictado por unos individuos del lejano Oriente. En concreto, se establece en la especificación CP-3461de JEITA, en la que se definen el formato y el sistema de los archivos para cámaras digitales y que fue aprobada de forma definitiva en el año 2003.
Si la primera vez que buscaste tus fotos en la tarjeta de memoria de una cámara digital tuviste que probar en varias carpetas distintas – porque, claro, leerse el manual de instrucciones habría sido demasiado esfuerzo – ya sabes a quién se lo tienes que agradecer. Nosotros seguimos pensando que ‘Fotos’ habría sido un nombre mucho más intuitivo, pero ya se sabe que donde hay patrón…

domingo, 19 de enero de 2014

5 curiosidades que quizás no sabías sobre la cerveza

La cerveza es una de las bebidas más consumidas en el mundo. Pero detrás de este producto, existe una gran cantidad de investigación. Las diferentes cervezas que podemos tomar son el resultado de décadas de innovación tecnológica.
Cerveza

La cerveza presenta una historia milenaria

Podría parecer que la historia de la cerveza es muy reciente. Nada más lejos de la realidad. La disciplina científica conocida como biotecnología comenzó con la producción de los primeros alimentos fermentados, como el pan, el vino o la propia cerveza.
Estos tres alimentos son fabricados por el mismo microorganismo: la levadura Saccharomyces cerevisiae. De hecho, este minúsculo bichito es usado de forma común en los laboratorios, ya que muchos de los estudios en genética han sido realizados gracias a este organismo vivo. Resulta curioso pensar que, si estudiamos la historia de esta levadura, también podemos comprender buena parte de la historia de la civilización.
Eso fue precisamente lo que se plantearon en una investigación publicada en Molecular Ecology en 2007. Sus estudios genéticos sobre diferentes cepas de esta levadura permitió rastrear el pasado de lascivilizaciones antiguas. Esta revisión demostraba que el conocimiento sobre la fermentación de la cerveza vino de Oriente Medio (los primeros productores fueron los sumerios hace 6.000 años), y fue adquirido por tribus célticas y germánicas en el siglo 1 A.D.

¿Cómo se produce?

Como decíamos al principio, la fabricación de la cerveza pertenece al ámbito de la biotecnología. ¿Por qué? Su producción es sencilla: utilizamos una levadura para que, mediante el uso de su metabolismo (en otras palabras, lo que es capaz de llegar a comer), podamos obtener un bien tan útil y refrescante como una cerveza.
Su fabricación se realiza mediante la fermentación de algunos cereales, tales como cebada, trigo o incluso centeno y avena. Los maestros cerveceros aprovechan la malta, que no es otra cosa que el resultado de la germinación y posterior secado y tostado de los granos. Así es como obtenemos el ingrediente principal en la producción de cerveza.
Naturalmente, todos los conocimientos que tenemos ahora sobre estos procesos microbiológicos no podrían haber sido posibles sin uno de los mejores científicos de la historia: Louis Pasteur. Él fue el primero en comprender que la fermentación necesitaba de microorganismos. En otras palabras, conocer las levaduras y bacterias que podían intervenir en la fabricación de determinados alimentos y bebidas ayudaría a mejorar su producción. También en el caso de la cerveza.
cerveza
Boston Public Library (Wikimedia)
De este modo, fue Emil Christian Hansen, que trabajaba en los conocidos laboratorios Carlsberg, el primero en identificar a Saccharomyces como responsable de la fermentación de la cerveza. Sin embargo, el proceso fermentativo solo comienza cuando hemos conseguido el mosto a partir de la malta. Es en ese momento cuando se inoculan las levaduras apropiadas, que tendrán que convertir los azúcares (carbohidratos) en alcohol y dióxido de carbono.

¿Qué diferencias hay entre las cervezas ale y lager?

Quizás alguna vez te has preguntado por qué existen distintos tipos de cerveza. En la carta de cualquier bar, probablemente hayas visto "cervezas ale" y "cervezas lager". ¿Cuáles son sus características? ¿En qué se diferencian?
La clave para distinguirlas se basa precisamente en el tipo de fermentación al que son sometidas. Por un lado, la fermentación alta se corresponde con las cervezas ale, ya que las levaduras flotan en la parte superior del líquido, aunque tras unos días decantan y se hunden hacia la parte baja. En este caso, la temperatura del proceso es elevada, pues varía entre los 15 y los 20ºC.
Por otro lado, las cervezas lager son aquellas en las que se produce la fermentación baja. En este caso, a diferencia de las de tipo ale, las levaduras usadas no son Saccharomyces cerevisiae, sino que suelen corresponder a otra especie, la Saccharomyces carlsbergensis. Las temperaturas también son más bajas, ya que están entre los 4 y los 9ºC.

¿A qué se debe el amargor de la cerveza?



Aunque ya hemos mencionado la importancia de la malta, lo cierto es que hemos dejado para el final otro ingrediente clave en la fabricación de la cerveza. Se trata del lúpulo, que además de servir como aromatizante, produce el característico sabor amargo de esta bebida fermentada.

La parte más importante de la planta del lúpulo son sus flores, pues en ella hay unas glándulas amarillas, llenas de una resina llamada lupulina. Este componente es muy apreciado por los cerveceros, ya que aporta las propiedades organolépticas que comentábamos. Su presencia es tan importante, que el duque bávaro Guillermo IV publicó en 1516 la Ley de la pureza de la cerveza, donde enumeraba los tres componentes básicos de este producto: cebada (o trigo), lúpulo y agua.
cerveza
Kimn Cris (Flickr)

¿Cómo se fabrica la cerveza sin alcohol?

Como hemos visto, la producción de esta rica bebida se basa en la fermentación que lleva a cabo un tipo de levadura. Como resultado, a partir de azúcares podemos obtener alcohol, que estará presente de manera normal en las cervezas que compartimos cualquier tarde con amigos.
Pero si la producción de alcohol en la cerveza sigue la metodología tradicional, ¿cómo conseguimos entonces obtener una cerveza sin alcohol? Como explicaban en el blog Gominolas de petróleo, losmétodos posibles son variados, de ahí que las posibilidades de contar con cerveza sin alcohol sean también numerosas.
Por un lado, podemos intentar reducir la cantidad de alcoholproducida durante la fermentación de la cerveza. Esto es posible gracias al uso de levaduras especiales, como Saccharomyces ludwigii, que solo es capaz de aprovechar el 15% de los azúcares fermentables. Otras opciones se basan en variar el proceso de malteado (para así tener menor cantidad de azúcar para que se transforme en alcohol) o realizar fermentaciones controladas.
Por otro lado, podemos someter al producto fermentado a distintos tratamientos físicos, que lograrán eliminar parte del etanol contenido en la cerveza. Esta metodología consiste en la aplicación de calor, de forma que logremos que el alcohol se evapore, o bien en la utilización de sistemas de separación de membranas. Estas técnicas se realizan sobre el producto ya elaborado, no modificando ninguna etapa previa en su fabricación.
La ciencia está, sin lugar a dudas, presente en muchos aspectos de nuestra vida diaria. También incluso en la producción de una bebida tan consumida como la cerveza. La mejora de la investigación ayuda a que podamos tener innovaciones en este tipo de productos, a pesar de que presenten una historia milenaria.
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