Entre PlayStation 3 y Nintendo 64 existen más similitudes de las que parecen. Ambas consolas suponían un gran punto de inflexión para la compañía que las lanzaba. Ambas compañías se encontraban en la cumbre de popularidad y cuota de mercado. Y sin embargo, ambos lanzamientos han tenido errores similares que, en el caso de Nintendo, le hicieron perder su posición dominante en la industria.
En el caso de Sony, aún es pronto para opinar, pero hay factores que apuntan a que la historia puede repetirse.
El problema de Playstation 3 no es nuevo, pero si es la primera vez que la compañía se enfrenta a él. Es un problema de múltiples factores: un precio elevado, una salida tardía, y muchas promesas incumplidas. PlayStation ha dominado el mercado de los videojuegos durante 10 años. Se puede decir sin exagerar ni un ápice que ha arrasado, con una cuota de mercado apabullante. Por ello, PlayStation 3 era una apuesta segura que iba a venderse “tan solo por el nombre”.
Sin embargo, Sony no calculó bien su fuerza. A pesar de ser muy superior que su competencia, ha salido un año más tarde que su rival más directo (Microsoft) creyendo que tan solo por el hecho de ser “PlayStation” bastaría para copar las estanterías. Exactamente igual que le ocurrió a Nintendo con Nintendo 64.
Sí, es evidente PlayStation 3 es muy superior tecnicamente a su rivales (los que la comparan con Xbox… aun no han visto todo lo que puede dar de sí el procesador Cell). Igualmente, Nintendo 64 era claramente superior a sus rivales de la época, y todos recordamos como acabó afectando la tardía salida de la máquina a las ventas de Nintendo.
El retraso de la 64, a pesar de sus múltiples bondades, inició un proceso de caída del que Nintendo nunca se recuperó. De ser la reina del sector, a una mera segundona. ¿Le ocurrirá lo mismo a Sony?
Es evidente que Sony ha cometido errores: su consola es cara, muy cara, y la exageración en la campaña de venta ha afectado al producto final. En ocasiones, no es bueno crear demasiadas expectativas, ya que si el producto se ve superado por éstas, terminará decepcionando a los usuarios. En el caso de Sony con PlayStation 3, los elevados costes de fabricación de la máquina han pasado factura a la compañía.
Sony, sin embargo, cuenta con un buen puñado de usuarios fieles (al igual que le ocurría a Nintendo en 1996) que ni se plantean comprarse otra consola que no sea “la play”, y simplemente están esperando a que la consola baje de precio. Es el tipo de público que va a tiro fijo, a comprar “la play nueva y el Pro (por “Pro Evolution Soccer”). Ventas aseguradas… cuando se produzcan.
Sin embargo, ante los que defienden que a PlayStation 3 también le queda mucho por vender, hay que recordar que Nintendo también contaba con un público tan fiel y mayoritario como el de Sony, antes de la salida de Nintendo 64. Por desgracia, la consola no contentó a muchos de sus antaño seguidores. Salió tarde, con una potencia mucho menor de lo prometido (aunque claramente superior a sus rivales) y, sobre todo, fue abandonada en masa por muchas “third parties”, que prefirieron dedicarse a programar para PlayStation, una consola menos potente pero con una mayor cuota de mercado asegurada.
El mercado de los videojuegos ha cambiado mucho desde entonces. Ha crecido de forma exponencial, y el número de consumidores potenciales es mucho mayor. Sin embargo, no olvidemos que, con cada nueva generación, los costes de desarrollo de una consola o videojuego son también cada vez son mayores.
Puede que Wii no sea tan potente como sus rivales. De hecho, su nivel gráfico es, en mi opinión, bastante pobre para esta generación, y dicha diferencia será más evidente a medida que pasen los años. Sin embargo, Wii está haciendo algo muy bien: ganar cuota de mercado rápidamente, algo fundamental para que las compañías se decidan a programar para ella.
PlayStation 3, debido a su elevado coste, tiene un ritmo de ventas mucho más lento. Y si bien es cierto que, si el formato Blu-ray se impone, será un importante impulso para sus ventas, una consola se compra sobre todo por sus juegos.
Franquicias como “Metal Gear” o “Pro Evolution Soccer” le garantizan un cierto porcentaje de ventas, similar al que Nintendo tiene asegurado gracias a Mario, Zelda y compañía pero… ¿será suficiente? No olvidemos que, durante la etapa final de Nintendo 64, la consola era mantenida tan sólo gracias a los desarrollos internos de la propia Nintendo y a los fantásticos juegos de Rare (que ahora está con Microsoft). Y es que las consolas de Nintendo cuentan con una ventaja fundamental: Nintendo es capaz de mantener a una consola tan sólo con sus propios estudios de desarrollo interno, y cuenta con un público extremadamente fiel. ¿Será capaz Sony de hacer lo mismo si las cosas se tuercen con PlayStation 3?
Aún es pronto para realizar un análisis en profundidad. Dentro de un año, con las tres consolas asentadas, será el momento de mirar de nuevo las cifras de ventas y hacer balance. Por el momento, de todas formas, parece que nos encontramos ante una de las generaciones más reñidas en cuanto a porcentaje de mercado. Quizá haya llegado el cambio de ciclo y PlayStation sea destronada.
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