Chicos y chicas… ¡No hagáis esto en vuestra casa! (Procurad hacerlo en la de algún vecino que os caiga mal).
La verdad, si os aburrís un fin de semana (o queréis usar el último y fatal recurso en la guerra en la oficina) podéis probar este sano, constructivo y didáctico entretenimiento. Sólo necesitáis 30.000 cerillas, un cubo de metal y una mecha lo suficientemente larga. Aunque esto es la prueba palpable de que “El tiempo invertido en la realización de un proyecto es inversamente proporcional a la duración de su demostración”. Por cierto… ¿Os habéis fijado en la especie de “hongo nuclear” producto de la explosión que se puede ver a cámara lenta?
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