Actualmente esta apareciendo PCs de escritorio de muy bajo costo usando partes baratas, de marcas poco conocidas (tipo Everex gPC o Shuttle KPC) que venden en canales de distribución populares con Linux pre-instalado para evitar pagar licencias de Windows a Microsoft.
La barrera de entrada es mucho más pequeña, $199 dólares (134€) es un precio sumamente bajo y termina con el problema de “un ordenador es carísimo”.
Preinstalar es perfecto para novatos, si el problema más grande de Linux es la instalación del sistema operativo, estos PCs lo solucionan, menos pasos para que el usuario se ponga a trabajar con la máquina implica una adopción mayor.
Familiaridad construye lealtad, si el usuario le resulta totalmente familiar el entorno Linux, probablemente su próxima PC también tenga Linux instalado.
Las características técnicas son aceptables para uso diario, la mayoría de los usuarios usan el navegador, correo, procesador de palabras y edición de fotos, las características técnicas son más que suficientes para este tipo de actividades.
El navegador es tu amigo, la mayoría de las tareas antes descritas se podrían hacer por medio de aplicaciones web usando el navegador, los cuales necesitan mínimos requerimientos técnicos, tan solo tener Firefox instalado.
En estas condiciones, resulta perfectamente lógico que este tipo de dispositivos estén experimentando un fuerte crecimiento de ventas. En muchos casos, Linux supone una opción perfectamente razonable por sus ya escasos problemas de compatibilidad, por su facilidad de mantenimiento, y por temas como la ausencia de virus, uno de los problemas que preocupan al usuario doméstico. Si añadimos la estabilidad de funcionamiento, en lugar del progresivo deterioro de prestaciones característico de los sistemas Windows, el atractivo es aún mayor. Pero por encima de todo, es posible que estemos viviendo un cambio de concepto: de ordenador como decisión de gasto importante en la economía familiar, a un aparato de bajo costo, pero con total garantía (en muchos casos gestionada por el propio distribuidor, como en Sears o Wal-Mart), y con un uso y funcionamiento sujeto a muchas menos complicaciones que una máquina convencional. Todo un cambio radical con respecto a esos mitos que apuntaban a Linux como un sistema complejo y sólo al alcance de expertos geeks. Este año, entre este tipo de equipos y los subnotebooks de precios similares como el Asus Eee PC, el OLPC, el chino Longmeng, el Intel Classmate PC, el Nanobook y otros, la mayoría ofreciendo Linux, el mercado podría experimentar una evolución muy interesante.
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