A los gigantes no les gusta demasiado cambiar. Es costoso y traumático. Por eso ha sorprendido tanto el anuncio de los nuevos cambios no sólo de aspecto, sino de funcionalidades del gigante de las búsquedas, Google. Todos los días 270 millones de personas escriben la dirección del buscador para encontrar información sobre los temas más diversos. La relación usuario máquina no puede ser más sencilla. El humano introduce los términos de búsqueda y la máquina le devuelve una lista de páginas en Internet que tienen que ver con lo buscado. Por debajo de esta relación tan simple, hay un complejísimo mecanismo de cálculo que desbroza y distingue lo que es importante de lo que no.
Desde que el buscador abrió sus puertas en 1998, la página de resultados y el formato de entrega habían permanecido casi inmutables. Cada pregunta recibe como respuesta 10 sugerencias de enlaces situados en la columna de la izquierda, y algunas de sugerencias de enlaces pagados en la derecha. Esto ha sufrido algunos cambios de diseño con los años, pero nunca tan radicales como el que ha entrado en vigor ayer. En primer lugar, se ha añadido unas barras de navegación en la parte izquierda de la ventana, y que se supone da acceso a contenidos relevantes adicionales. Por eso está compuesta por diversos iconos que dan acceso a herramientas y refinamientos de búsqueda. En la barra se han incorporado tecnologías lanzadas en los tres últimos años, como por ejemplo la búsqueda universal o las opciones de búsqueda.
El nuevo diseño de la página permite llegar de forma rápida y sencilla a los diversos tipos de contenidos, y saltar de un tipo a otro también es muy fácil. Es posible encontrar noticias, vídeos, bitácoras, imágenes, foros de debate, y muchos más. De igual manera es posible destacar los resultados favoritos para encontrarlos a la primera la próxima vez que se realice una búsqueda, o establecer un límite temporal para la búsqueda. Incluso explorar conceptos similares o relacionados. Google siempre ha tenido funciones avanzadas de búsqueda, pero no estaban a la vista, y no resultaban sencillas de acceder. Ahora resulta muy fácil llegar a ellas a través de la barra de herramientas. También se han producido cambios en la experiencia visual. Se ha cambiado los colores de la paleta, pero también el logo. No son cambios radicales. De hecho, el aspecto de la página sigue siendo sencillo y simple, casi minimalista.
Más del 90% de los ingresos de la compañía provienen de la publicidad incluida en las búsquedas. Por eso sorprende que el equipo de diseño se haya atrevido a hacer cambios tan radicales. Algunos expertos afirman que la llegada de redes sociales como Facebook o Twitter con su cara siempre cambiante, o la posible competencia de Bing, han obligado a cambiar la estrategia de la compañía. Ahora el público necesita búsquedas en las que se combine la relevancia con la búsqueda en tiempo real. En cualquier caso, ya se han hecho oír las primeras voces críticas, entre ellas la de Jacob Nielsen, el mayor especialista mundial en usabilidad: “ la búsqueda avanzada casi nunca funciona”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario