jueves, 6 de mayo de 2010

Los ruidos del cuerpo humano en cifras

El cuerpo humano es una sinfonía de ruidos. Los borborigmos de las tripas, los regüeldos, el ligero clic como de ala de mosquito al pestañear, el sorber por la nariz la destilación nasal como un cocainómano esnifando oxígeno, el chupar la comida con restallidos de la lengua, la sibilación quejumbrosa que recorre el ramaje de los bronquios, el chasquido de rama mojada de los metacarpianos, el gorgoteo de una flema profunda, el silbato que se origina en el tabique nasal como consecuencia de la cristalización de la mucosidad.

-VENTOSIDADES: Un adulto puede expulsar a través de sus ventosidades hasta 2 litros de gases. Por término medio, las personas se ventosean más de 10 veces al día y unas 3.000 veces al año. En todo caso, mejor vivir a poca altura: una persona sana a nivel del mar genera una media de 15,1 ventosidades al día. A 7.000 metros de altura, la cifra se dispara hasta 129,6 emisiones gaseosas.

-El 99 % de las ventosidades son inodoras.

-El emperador Claudio promulgó un edicto, llamado Flatum crepitumque ventris in convivio mettendis, que establecía cómo debían los comensales expeler las ventosidades durante las comidas.

-CASTAÑEO DE DIENTES: producido por el movimiento involuntario de la musculatura mandibular en respuesta al frío, la fiebre o una situación de estrés y miedo, se ha calculado que, al castañear, los dientes chocan entre sí de 240 a 260 veces por minuto.

-RONQUIDOS: la intensidad de los oscila entre 35 y 40 decibelios. Pero en mayo de 1993, Kare Walkert emitió unos ronquidos de 93 decibelios (el equivalente a un camión grande) mientras permanecía ingresada en la unidad de sueño del Hospital Regional de Orebro, en Suecia.

-HIPO: aparece cuando un estímulo activa los nervios que controlan el diafragma. Durante una crisis se generan entre 15 y 60 hipos, de 0,5 segundos cada uno, por minuto.

Charles Osborne de Anthon, Iowa, tuvo un ataque de hipo en 1922 mientras pesaba un cerdo antes de sacrificarlo. Le duró hasta 1990. Al menos los médicos consiguieron que la frecuencia le bajara de 40 a 25 hipos por minuto.

-ERUCTO: Si no pudiéramos expulsar los eructos, los intestinos estarían repletos de gas, las paredes de los intestinos se dilatarían hasta el límite de su capacidad, y al final acabarían perforándose o agrietándose.

Y el actual campeón del mundo de eructos es:

Ventana externa

-ESTORNUDO: para despejar las vías nasales, la musculatura del aparato respiratorio genera esas expulsiones violentas de aire comprimido. El aire es expulsado a una velocidad de 170 kilómetros por hora.

Donna Griffihs de Pershore, en Hereford & Worcester (Gran Bretaña), empezó a estornudar a los 12 años, en 1981, y no dejó de hacerlo ni un solo día hasta 1983. Sólo durante el primer año, estornudó aproximadamente 1 millón de veces.

-TOS: alcanza los 140 kilómetros por hora al pasar por la garganta.

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