sábado, 11 de agosto de 2007

Los 3 Cerditos y la publicidad subliminal

Este video nos puede recordar nuestra más tierna infancia viendo inocentes películas Disney, pero estas películas no son nada inocentes.

El mensaje oculto que intenta transmitir este video es clarísimo. Hasta ahora pensaba que la ola de conservadurismo que invade a los Estados Unidos derivaba de los sutiles cambios que desde la época de Reagan han ido haciendo las sucesivas administraciones republicanas, con el oculto afán de convertir los USA en un país de cristianos evangélicos. Pero me equivocaba.

Todo viene de atrás, de muy atrás. Casi de tan atrás que hace mas de medio siglo la ultraconservadora factoría Disney, ya "obsequiaba" a los niños americanos con esto video:





Aparece el cerdito número uno construyendo una casa de heno, de acuerdo a su cultura y a las tradiciones africanas de sus antepasados, que son evidentes, cuando vemos al cerdito tocar una rudimentaria flauta hecha de hueso de vaca y ejecutar una danza tribal tan típica de África.

El cerdito número dos representa a la sociedad europea al llevar de la mano un violin y cantar con un ligero acento francés o aleman. Esto simboliza a la cultural europea y el concepto de Estado del Bienestar que permite la creación artística alejada de los parámetros del libre mercado.

El cerdito número tres, encarna a la clase obrera americana. Construye su casa sin atender al medio ambiente que le rodea, destruyendo el ecosistema preexistente y diezmando tal vez, a miles de especies en peligro de extinción. Rodea además el edificio de una verja para delimitar claramente la propiedad privada.

Cuando los otros cerditos vienen a visitarlo, en un vano intento de apoyar a las Naciones Unidas y promover un orden mundial basado en el multilateralismo, éste les suelta una especie de profecía bíblica sobre el advenimiento de un “lobo feroz” basada en prejuicios raciales.

En el personaje del lobo se concentran una multitud de aspectos importantísimos, aunque solo me voy a centrar en dos. Es negro porque Walt Disney quiere hacernos creer que esta comunidad representa una amenaza para la sociedad blanca de ascendencia britanica que dio lugar a los Estados Unidos. El otro aspecto a tener en cuenta son sus ojos rasgados que pretenden alertar sobre el imparable crecimiento económico de China, que supone una amenaza al poderío industrial norteamericano.

La destrucción de los hogares de los dos primeros cerditos es una auténtica farsa. China no tiene intención ni motivo alguno para destruir a la sociedad europea, mucho más tolerante que la estadounidense. Ambas sociedades se benefician mutuamente de un creciente tráfico comercial muy a pesar de los neocon y del cerdito con voz de lesbiana.

El motivo para que se cuente esta farsa es inculcarnos desde pequeños una sensación de miedo y desprotección ante la más mínima amenaza. Llámese China, War On Terror o Eurasia y que corramos al abrigo de la todopoderosa maquinaria bélica estadounidense. Esta amenaza como bien decía Orwell, no es real y tan solo pretende hacernos creer que la marcha del progreso es imparable. Abandonado culturas milenarias como las africanas y modelos de socialdemocracias dotados de educación gratuita y un sistema universal de seguridad social, como las europeas.

El colmo de la de la depravación moral llega cuando aparece el “lobo feroz” con una larga barba negra, en lo que constituye un claro ataque a los seguidores del islamismo chií. Poco después vemos en el interior de la casa del tercer cerdito  un piano hecho de ladrillo. Semejante monstruosidad representa a la inmunda industria del entretenimiento norteamericana. La sola idea de un piano hecho de ladrillo es producto de un enfermo. Sobre el evidente amaneramiento de los dos primeros cerditos no voy a hacer ningún comentario.

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