Microsoft ha anunciado con un comunicado de prensa que va a cambiar de estrategia en su lucha por proteger su sistema operativo no sólo frente a las falsificaciones ya conocidas, sino también contra las futuras. La compañía ha modificado su tecnología Windows Genuine Advantage (WGA), que permite identificar el software falsificado, para hacerla menos radical, tras las quejas de algunos de sus usuarios y socios.
El momento para distribuir las mejoras será durante el primer trimestre del año que viene con el Service Pack 1 (SP1), un conjunto de actualizaciones que distribuye Microsoft entre todos los usuarios de un determinado sistema operativo y que incluye mejoras y parches de seguridad críticos que casi obligan a instalarlo. La nueva tecnología WGA incluida en esta actualización representa un giro de 180 grados en el modus operandi que la empresa de Bill Gates había instaurado con su último sistema operativo.
Hasta ahora, cuando un usuario intentaba instalar una copia fraudulenta de Vista (o considerada fraudulenta por Microsoft), el sistema quedaba prácticamente bloqueado, por lo que se veía obligado a comprar una licencia, cambiar de sistema operativo o, algo mucho más común, regresar a su anterior distribución de Windows (XP, por ejemplo). Ahora, tal y como indica en el comunicado, la compañía busca diferenciar la experiencia que puede disfrutar un usuario con una copia genuina de la que puede tener con una versión falsificada.
De esta manera, desde el momento en que el SP1 de Vista y de Windows Server 2008 (la versión del sistema operativo de Microsoft para servidores, que aparecerá también el año que viene con la nueva tecnología antipirateo) estén disponibles, los usuarios que utilicen un sistema operativo falsificado recibirán notificaciones claras y constantes sobre el estado de su sistema aunque, "no perderán el acceso a las funcionalidades", según reza el comunicado. Algo muy similar a lo que ocurría con los predecesores de Vista.
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