El explorador de archivos de Windows no es que destaque especialmente por sus prestaciones, pero al menos en Windows Vista lo han separado de Internet Explorer - desde Windows 98 una cosa y la otra fueron lo mismo - y eso permite poner a cada oveja con su pareja, como yo siempre digo que debería hacerse. El explorador de archivos sólo debe hacer eso, y el navegador de Internet, pues lo suyo, permitirnos surfear por la red de redes. Obviamente estas utilidades pueden añadir funcionalides extra, pero la base de su funcionamiento debe estar centrada en su concepción original. Qué manía de hacer programas todoterreno que no son más que una pesadez, algo que ya comenté en aquel post llamado “Evolución software: la obsesión por las navajas suizas“.
Lo curioso del caso es que la mayoría de los usuarios nos hemos acostumbrado al paradigma propuesto por el explorador de archivos de Windows, que no es ni de lejos el más eficiente a la hora de gestionar nuestros ficheros. El mayor obstáculo que impone el explorador de Windows es precisamente su concepción ‘monopanel’, es decir, que en una ventana del explorador teóricamente sólo podemos ver una localización. Si queremos, por ejemplo copiar un fichero de un lugar a otro tendremos dos opciones:
1. Abrir dos ventanas de explorador (origen y destino) y copiar y pegar de una otra (o arrastrar los ficheros y carpetas correspondientes)
2. Utilizar sólo una ventana, copiar los archivos y carpetas en la carpeta origen, navegar hasta la carpeta destino, y pegar esos objetos copiados en el portapapeles.
Y me temo que aquí corto, que de nuevo me ha salido un publirreportaje. Interesandos, pinchar en “Te falta lo mejor de esta entrada…”
Esa filosofía es tristemente aceptada por todos los usuarios - y me incluyo, que conste - porque, como siempre, preferimos lo malo conocido a lo bueno por conocer. Sin embargo, existen decenas de gestores/exploradores de ficheros que proponen muchas más ventajas que Windows Explorer. Recuerdo con muchísimo cariño los tiempos del Amiga y cómo DirOpus era en aquel entonces un prodigio de velocidad y prestaciones: las operaciones con ficheros se realizaban en un pis-pas, y además el condenado era bonito. O al menos, lo era para los que lo usábamos.
Pero claro, el Amiga murió - o casi, sé que aún respira gracias a unos cuantos acérrimos - y la mayoría tuvimos que apechugar con lo que nos ofrecían los PCs, tanto con Windows como con Linux o Mac OS X. Curiosamente ninguno de los sistemas operativos modernos propone un explorador de ficheros realmente eficiente, y todos siguen el camino que inició el explorador de archivos de Windows: monopanel, y centrado en la “magia” de arrastrar ficheros o del Copy&Paste. Ni siquiera mi querido Linux lo resolvió decentemente con GNOME o KDE, que usaron y usan Nautilus y Konqueror. Afortunadamente, el nuevo navegador de KDE 4, Dolphin, sí que dispone de este tipo de ‘vista’ del gestor de archivos. Pero como siempre, una imagen vale más que mil palabras:
Windows Explorer · Windows XP
Windows Explorer · Windows Vista
Finder · Mac OS X
Nautilus· Linux (GNOME)
Konqueror · Linux (KDE 3.5)
Dolphin · Linux (KDE 4)
Pero claro, que los desarrolladores de sistemas operativos sigan propugnando ese paradigma no supone que tengamos que comérnoslo con patatas: podemos acceder a muchas alternativas en todos estos sistemas operativos que permiten disfrutar de exploradores de archivos mucho más potentes. El artículo aquí podría ser larguísimo - tanto como alternativas hay - pero prefiero destacar los que me parecen más interesantes por lo que conozco. Seguro que se me escapan mucho, así que os animo a que propongáis vuestros preferidos tanto en Windows como en Linux o Mac OS X, si es que hay algún maquero que me lea Por el momento sólo hablaré de las alternativas en Windows, que si no esto se extendería infinito…
1. Total Commander: probablemente el más extendido y conocido, todo un veterano que pese a su aparente simplicidad y su interfaz - no muy moderna - ofrece muchas más prestaciones que los exploradores de la mayoría de sistemas operativos. Entre otras cosas permite comparar ficheros - para detectar diferencias entre dos textos, por ejemplo - un visor de imágenes, descompresor ZIP/ARJ/TAR/GZ/etc. integrado, y cómo no, cliente FTP. La pera. De hecho, Maty (¡gracias por el detalle!) acaba de señalar que la interfaz es totalmente personalizable, así que te la puedes dejar ‘niquelá’. La imagen es una captura de su TotalCommander.
2. Directory Opus: No podía ser de otro modo, si el de Amiga era bueno, este también mola un montón. Eso sí, DirOpus es de pago (AUD $85, unos 50 euros), aunque te dejan probar una versión de evaluación durante 30 días. Está claro que pocos se gastarán este dineral en un explorador, pero si lo hacéis os encontraréis con un montón de prestaciones - echarle un ojo a la página - integración con Vista, así que también lo recomiendo.
3. Xplorer 2: recomendado por los genios de LifeHacker - la que probablemente es la mejor página con contenidos prácticos de todo el mundo -, este gestor de archivos es una verdadera maravilla gratuita que tiene cosas como pestañas para navegar por distintos paneles (tipo sesiones de Firefox, Opera o IE7), favoritos/marcadores para carpetas especialmente usadas, cliente FTP, y un panel dividido en tres paneles para mostrar dos directorios simultáneamente (el tercer panel es el arbol de directorios, claro, que conservan también otros exploradores alternativos). Sencillamente imprescindible.
4. UltraExplorer: La página no es que sea especialmente espectacular - más bien lo contrario - pero por lo visto este programita también da mucha guerra, y la lista de características también es la bomba, con las citadas pestañas, además de ser totalmente modular - mover ‘bloques’ de un lado a otro para personalizar apariencia y posición de paneles, botones y menús. Parece chulo.
5. AccelMan: Este no lo conocía, pero por lo visto es otra pequeña maravilla que tiene previsualización de archivos (fotos, por ejemplo), dos-tres paneles, comparación de ficheros y carpetas (para sincronización de contenidos), compresión de archivos, reproductor multimedia integrado, pestañas, personalización por temas, y un largo etcétera. Otro en los que tengo que acabar diciendo cómo no: la pera.
Via: Incognitosis
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