Firefox 3.0 ha tardado más de 34 meses en gestarse, aunque muchos de sus problemas corregidos eran conocidos desde las primeras versiones de este popular navegador. Está desarrollado por la Fundación Mozilla, que recibe el 80% de sus ingresos de Google y el resto, de otros actores importantes de Internet como Yahoo!, Amazon o eBay. Detrás de este apoyo económico se encuentra el deseo de que Firefox haga sombra al omnipresente Internet Explorer de Microsoft.
Los cambios de Firefox 3 respecto a la anterior versión son significativos. Según los desarrolladores, hay más de 10.000 modificaciones y ajustes. Entre las nuevas características está un mejor rendimiento, protección antifraude (phishing) y software malicioso (malware). Sin embargo, los avisos de seguridad son ahora mucho más sensibles que antes frente a certificados SSL caducados, no firmados por una autoridad reconocida o que no coinciden con el sitio. Aunque la página sea 100% válida, Firefox 3 es algo 'pesado' y es necesario añadir una por una y por nuestra cuenta y riesgo excepciones de seguridad.
También Incluye corrector ortográfico, restauración de la sesión y nuevos complementos para la personalización del navegador. Destacamos algunos de ellos:
- El motor es mucho más rápido: En las últimas betas liberadas, se ha probado que es uno de los navegadores más veloces en ejecutar JavaScript y pasar ACID 3 test, un test desarrollado para medir el cumplimiento de los estándares web.
- Memoria: Uno de los tradicionales problemas de Firefox es la gestión de la memoria. Las versiones anteriores era capaces de comerse toda la disponible y dar problemas de estabilidad general. En la edición 3 se ha trabajado en una mejor administración de la memoria para optimizar la gestión de aplicaciones que usan intensivamente AJAX, como Google Maps. Sólo por esto merece utilizar Firefox 3 y no las versiones anteriores.
- Barra de direcciones: Se ha unificado la lista de direcciones de favoritos con el historial de páginas a la hora de autocompletar la barra de direcciones. De esta manera, al escribir una dirección, el navegador se encarga de mostrarnos sugerencias de URL en función de estos dos parámetros. Además, el tamaño de la letra de la dirección cambia para facilitar la búsqueda de la URL apropiada.
- Historial: Se facilita el acceso al historial de la navegación hasta 150 días antes, guardando la información de forma local. Esto permite acceder al historial de forma sencilla para poder entrar a direcciones por las que el usuario ha navegado y realizar búsquedas sobre ellas.
- Favoritos: Los favoritos o marcadores han sido mejorados para poder crearlos y gestionarlos de forma más fácil. En cada dirección URL de la barra direcciones aparece una estrella para añadirla a las páginas preferidas. Además, favoritos e historial están unificados en un único espacio para una mejor gestión de los mismos. La nueva carpeta, denominada Smart Bookmarks, permite acceder a las páginas visitadas recientemente así como a los últimas etiquetas, ya que cada favorito puede ser editado por ubicación y es posible añadirle tags.
- Descargas: El administrador de descarga es ahora más sencillo al incorporar la dirección desde donde fue descargado un fichero junto con un botón con información sobre la fecha y ruta donde se descargó. También se ha mejorado la gestión de una descarga: si la aplicación se bloquea ya no será necesario descargarlo desde el principio, sólo desde el punto de transferencia donde se quedó colgado.
- Hay algunas funciones que estaba previstas incorporarlas en la versión final de Firefox 3 que han sido retiradas a última hora del proyecto. Mozilla ha decidido no incluir la opción de 'navegación privada' presente en las últimas betas de Firefox. Esta opción permitía a los usuarios no almacenar las direcciones ni cookies de una sesión, al uso de Safari 3.1.
- Por último, una recomendación: si utilizas extensiones en versiones anteriores de Firefox, es recomendable comprobar su compatibilidad con Firefox 3. Muchas van a dejar de funcionar, ya que algunas de las APIs de Firefox han sido cambiadas, afectando a un gran número de extensiones. Sin embargo, existen algunos trucos para conseguir que ciertos 'plug-ins' sigan funcionando, aunque lo más recomendable es comprobar desde la página de complementos de Mozilla si existe una nueva versión preparada para el nuevo navegador.
Por cierto ya se trabaja en Firefox 3.1. Y a quien no le guste, puede optar por otras alternativas como el nuevo Opera 9.5.
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