martes, 23 de marzo de 2010

Una medusa, único animal inmortal conocido hasta la fecha


La salamandra tiene capacidad de regeneración (limitada, en comparación con el caso de la medusa que viene después): aunque le corten las extremidades, le vuelven a crecer. Es este un fenómeno conocido no sólo en el mundo científico sino popular entre cualquier población que conviva habitual o casualmente con este tipo de animales. ¿Cuántos niños no habrán jugado a arrancar la cola de dragones y lagartijas sabiendo que les volverá a salir como si nada?

Este principio regenerativo se conoce con el nombre de transdiferenciación y consiste en que un tipo de célula se transforma en otro tipo de célula de forma natural y espontánea para reconstruir una parte del cuerpo. Pues bien, la medusa turritopsis nutricula tiene una capacidad de transdiferenciación ilimitada: revierte su proceso de envejecimiento ya que regenera todo su cuerpo de forma sistemática.

El santo grial de la biotecnología del siglo XXI: la eterna juventud, la inmortalidad. Pero, como todo en la vida, tiene un precio: la superpoblación. ¿Qué pasaría si los 6 mil millones de habitantes del planeta no muriesen, es decir no diesen el relevo a las 360.000 nuevas criaturas que nacen cada día en el mundo?
Según la Dra. María Miglietta del Smithsonian Tropical Marine Institute, estas medusas inmortales han traspasado sus aguas nativas del Caribe y se extienden por todo el mundo.

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