La mayoría de portátiles incluyen una ranura con la que, mediante un cable, podemos sujetar el ordenador a la mesa o a algún otro medio físico para evitar su robo. Lo malo es que si acaban quitándonos el portátil no hay manera sencilla de identificarlo posteriormente.
El Secure-It Stop-Lock recurre a una idea similar, pero identificado el ordenador. Consiste en una pegatina ultrarresistente que se coloca en la tapa del ordenador y que incluye un conector para atarlo mediante un cable.
Esta pegatina es muy difícil de quitar sin dañar la carcasa. Según el fabricante hay que aplicar más de 350 kilos de presión para conseguirlo. Pero si se consigue quitar, esta deja un rastro en su parte trasera, como un “tatuaje” donde se indica que el equipo ha sido robado y un número de teléfono donde llamar para devolverlo.
Con esto se intenta evitar la reventa de equipos robados y facilitar la devolución de estos. El pack se vende con la pegatina junto al cable y los accesorios para conseguir pegarlo correctamente al ordenador.
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