1. Toxina botulínica (ingerido)
Es dificil establecer un ranking de la letalidad de las toxinas, pero los expertos están de acuerdo en que el botulinum (varios órdenes de magnitud más mortífero que el sarín) se llevaría la medalla de oro. Tu sistema nervioso falla y mueres entre dolores extremos. Sin embargo en pequeñas dosis obra milagros.
2. Ricina (ingerido o inhalado)
Extraído de la modesta higuera del diablo la ricina causa fallos respiratorios y en otros órganos, seguido de la muerte en cuestión de horas. Solo masticar unas pocas semillas podría matarte.
3. Ántrax (inhalado)
La exposición cutánea al ántrax puede matarte, pero la forma más temible e inspiradora de pánico de esta toxina es la inhalación. Comienza como una gripe que no mejora y luego tu sistema respiratorio se colapsa.
4. Sarín (inhalado)
El sarín es uno de los gases nervioso más temibles, cientos de veces más tóxico que el cianuro. Solo una olisqueadilla y te saldrá espuma por la boca, caerás en coma y morirás. Sintetizada originalmente para su uso como pesticida, fue prohibida como arma bélica en 1997.
5. Tetrodotoxina (ingerido)
Ubicado en los órganos del pez globo (la famosa delicatessen japonesa conocida por fugu), la tetrodotoxina persiste incluso después de que el pez haya sido cocinado. Si se consume la toxina, la parálisis y la muerte pueden sobrevenir en las siguientes seis horas. Todos los años mueren hasta cinco japoneses a causa de una preparación incorrecta del fugu.
6. Cianuro (ingerido o inhalado)
El cianuro existe en varias formas letales que se encuentran presentes en la naturaleza o se fabrican fácilmente. Su exposición conduce a ataques de apoplejía, paro cardíaco y muerte en cuestión de minutos.
7. Mercurio (inhalado)
Niveles bajos de mercurio no son especialmente tóxicos para los adultos. Sin embargo, inhalar su vapor (el metal comienza a gasificarse a temperatura ambiente) ataca al cerebro y a los pulmones, anulando el sistema nervioso central.
8. Estricnina (ingerido o inhalado)
Pesticida común, la estricnina no es tan tóxico como otros venenos de nuestra lista, pero la incluimos por tener la poca gracia de causar una de las muertes más horribles de todas: todos los músculos de tu cuerpo sufren espasmos violentos hasta que mueres por agotamiento.
9. Amatoxina (ingerido)
Derivada del mortífero sombrerillo de una familia de setas, la amatoxina destruye el hígado y riñones en cuestión de días. Permaneces consciente – sufriendo un insoportable dolor – hasta que caes en coma y expiras.
10. Compuesto 1080 (ingerido o inhalado)
Como todo veneno animal, el compuesto 1080 (o fluoroacetato de sodio) demuestra ser demasiado efectivo. Los cuerpos de las criaturas muertas a causa del 1080 permanecen tóxicos hasta casi un año. Inodoro, insípido, soluble en agua y sin antídoto, este compuesto bloquea el metabolismo celular, lo cual conduce a una rápida, aunque dolorosa, muerte.
Original en Wired (autor: Christopher Null).
Via: Maikelnai's blog
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