Los seres humanos somos como las cabras. Es decir somos capaces de comer cualquier cosa. De hecho se pueden encontrar alimentos en este mundo que parece imposible que sean comestibles, pero hay gente que las consideran una delicatessen. He encontrado seis platos que parecen haber surgido del libro de cocina del diablo:
Los escamoles.Los escamoles son larvas de hormigas, muy apreciadas en México. Considerada un manjar una comida de lujo.También se les llama azcamolli, huigues o maicitos. Se comen de muchas maneras: fritas con mantequilla y epazote, en mixiote, en mole, en barbacoa, con huevo..
Las hormigas escamoleras son sumamente agresivas, lo cual, junto con la dificultad para reproducirlas todo el año, dificulta su explotación y hace de los escamoles un plato muy caro.
El casu marzu.
El casu marzu, es un queso típico de Cerdeña, Italia, conocido por estar infestado de larvas vivas de insectos.
Su receta deriva del método de elaboración del queso pecorino sardo, aunque el casu marzu va más allá, gracias a la acción digestiva de las larvas de la mosca del queso, Piophila casei. Estas larvas se introducen deliberadamente en el queso, lo que produce un nivel más acusado de fermentación y la rotura de los ácidos grasos.El lutefisk se hace a base de bacalao, preparado con sosa. Durante cinco o seis días es sumergido el pescado en agua fría. Después se sumerge en una solución de agua fría y sosa durante dos días más. El pescado aumenta de tamaño durante esta inmersión, superando incluso al del pescado original, pero el contenido proteico baja en más del 50%, causando su famosa consistencia gelatinosa.
Cuando termina este tratamiento, el pescado que esta saturado con sosa ha adquirido un pH de 11-12 y por tanto es altamente corrosivo. Para hacerlo comestible se necesita un último tratamiento de otros cuatro a seis días de inmersión en agua fría que se cambia a diario. Entonces, el lutefisk está preparado para cocinarlo.
Tras la preparación, se satura de agua el lutefisk y por tanto debe cocinarse con cuidado para que no se destroce. No necesita más agua para la cocción; basta ponerlo en una sartén, salarlo, sellar bien la sartén y dejarlo cocinar al vapor a fuego muy lento durante 20-25 minutos.
Al cocinar y comer lutefisk, es importante limpiar sus restos de la sartén, platos y los utensilios inmediatamente. Si se deja endurecer es casi imposible de eliminar y suficiente para disolver la cubertería de plata.
Vino con ratoncillos (Baby Mice Wine).
Este es un vino tradicional chino y coreano, "un tónico de salud" que al parecer tiene gusto como a gasolina. Unos pocos ratones, aún con vida se introducen en una botella de vino de arroz. Se dejan fermentar y ya esta un vino tonificante.
De todos los platos, este es el que más probabilidades tiene de ser confundido con un amenazador mensaje de la mafia. Muy sencillo, es una cabeza de oveja hervida. Típico plato de Irak.
Balut.
Un balut es un huevo de pato ya fertilizado con su embrión dentro que se cuece al igual que un huevo cocido. Es considerado una delicia en Asia y en especial por su alto contenido proteínico. Se tiene la creencia popular de que este plato es un afrodisiaco y un tónico, se suele vender en muchos países en puestos callejeros.
Los huevos se preparan cocidos con los fluidos internos y de esta forma el caldo es absorbido antes de ingerir la parte interna, para ello se rompe la cáscara ligeramente. El embrión es consumido entero.
Via: MERIDIANOS
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