martes, 29 de julio de 2008

Ubuntu se consolida como alternativa a Windows

El pasado 24 de abril se lanzó el nuevo Ubuntu, que para muchos usuarios se ha convertido en sinónimo de GNU/Linux. El trabajo de marketing de sus impulsores junto con un esfuerzo considerable por simplificar su uso y acercarlo a las pautas de manejo de Windows, han popularizado esta distribución basada en Debian. "Hardy Heron", el nombre en clave de Ubuntu 8.04, trata de conquistar a los usuarios de Windows con un sistema fácil de utilizar que aporta las ventajas del software libre.

Este lanzamiento de Ubuntu se diferencia de los demás porque se trata de una "LTS" (una versión de largo mantenimiento), la primera desde junio de 2006. Por ello Canonical, la empresa que lo promueve, aportará soporte y parches de seguridad durante tres años en lugar de los 18 meses habituales. Esto ofrece una garantía de estabilidad considerable para los usuarios interesados en un sistema que les funcione sin tener que actualizarse al ritmo semestral que marca la empresa que desarrolla Ubuntu.

Los usuarios de Ubuntu 7.10 y los de la anterior "LTS", la 6.06, pueden conseguir esta versión directamente desde el gestor de actualizaciones que incorpora esta distribución, en lo que resulta un proceso muy sencillo. La descarga puede tardar varias horas, en función de la velocidad de conexión y de la saturación de los servidores. Una vez que se consiguen todos los archivos, la instalación se finaliza en unos 40 minutos, aunque este tiempo puede variar según las prestaciones de cada ordenador. En el caso de que se pruebe Ubuntu por primera vez, decantarse por las descargas P2P a través de un cliente de la red BitTorrent es la mejor opción, por la velocidad que alcanzan.

Las principales novedades

Wubi, un programa que permite probar Ubuntu antes de instalarlo definitivamente, se incluye de serie

Paradójicamente, una de las principales novedades de Ubuntu 8.04 se encuentra dirigida a las personas que usan Windows, con la intención de conquistarlas como usuarios: Wubi se incluye de serie. Se trata de un programa que permite probar Ubuntu antes de instalarlo definitivamente.

Así, cualquier usuario de Windows que quiera comprobar cómo se comporta este sistema operativo sólo debe grabar un CD e introducirlo en el ordenador para que un asistente le conduzca por un proceso de instalación similar al de cualquier otro software para Windows. Después, se puede instalar o quitar Ubuntu sin ningún problema.

También hay programas que se estrenan, como Brasero, que sirve para grabar discos compactos y DVD

Ubuntu ha incluido la versión en pruebas de Firefox 3 como navegador por defecto de la distribución. Esta decisión ha provocado bastantes críticas entre la comunidad de usuarios por su carácter de versión provisional. Sin embargo, desde Canonical se ha decidido apostar por las mejoras del navegador de Mozilla, a riesgo de que se produzcan los fallos inesperados que suelen presentar las versiones inacabadas de los programas. Quienes prefieran utilizar Firefox 2, pueden instalarlo desde el gestor de paquetes Synaptic.

Ubuntu ha incluido la versión en pruebas de Firefox 3 como navegador por defecto de la distribución, decisión que ha provocado bastantes críticas

Por otro lado, se incluye Open Office 2.4, donde la aplicación promovida por Sun Microsystems se muestra cada vez más fiable. También hay programas que se estrenan, como Brasero, que sirve para grabar discos compactos y DVD, o Transmission, un cliente de la red BitTorrent que busca la sencillez y se caracteriza por usar pocos recursos de memoria sin que descienda la velocidad de descarga.

Además, para la gestión de imágenes incorpora F-Spot, un práctico programa que permite gestionar todas las fotografías del ordenador y clasificarlas según distintos parámetros, a la vez que se accede a ellas por fechas de captura.

Mejoras de fondo

De todas formas, las mejoras más sustanciales no se aprecian a simple vista porque afectan a partes internas y fundamentales del sistema operativo. Así, el núcleo del mismo, que se conoce como kernel, avanza hasta la versión 2.6.24, que asegura un menor consumo de energía; el entorno gráfico Gnome, es decir, toda la estructura visual de funcionamiento, se actualiza a la edición 2.22, donde se ha trabajado para integrar mejor el sistema con el hardware periférico (impresoras, lectores de discos ópticos...) que se le conecte.

Ubuntu proporciona dos distribuciones, una para los procesadores de 32 bits, los más extendidos, y otra para los 64 bits, su reemplazo natural

A pesar de todas estas mejoras, bastantes usuarios que han actualizado desde Ubuntu 7.10 han encontrado problemas que no aparecían antes. Por ejemplo, un mayor consumo de memoria RAM o cuelgues ocasionales aparentemente inexplicables. Estos casos suelen presentarse en las actualizaciones de los nuevos lanzamientos de Ubuntu, por lo que conviene esperar un tiempo antes de pasar de una versión contrastada y fiable a la nueva.

Por otro lado, Ubuntu proporciona dos distribuciones, una para los procesadores de 32 bits, los más extendidos, y otra para los 64 bits, su reemplazo natural, que permite exprimir sus capacidades en tareas más exigentes, como la edición de vídeo o fotografías. Esta última se recomienda para usuarios experimentados, porque les exigirá configurar opciones mediante líneas de comando para poder utilizar software que no esté compilado para 64 bits.

Por su parte, la versión de 32 bits, que funciona también en sistemas de 64 bits, es la mejor elección para los usuarios que se inician porque tiene más programas a su disposición y les causará menos problemas.

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