El origen de la polémica se encuentra en un documental emitido en la BBC en el que se aseguraba que un litro de agua envasada puede generar 600 veces más CO2 que otro procedente del grifo. Varios políticos británicos criticaron después el consumo de agua envasada, y pedían a los consumidores que no se avergonzaran de pedir agua de grifo.
El agua embotellada genera residuos y emisiones, según los datos, para fabricar cada botella de un litro se consumen otros cinco litros de agua en el proceso .
Los fabricantes del material plástico de las botellas, el PET (Politereftalato de etileno, plástico derivado del petróleo), dicen, sin embargo, que el agua utilizada en el proceso de fabricación de un envase es “prácticamente nula”: sólo se emplea para refrigerar los moldes en un circuito cerrado. Además, explican, el agua se recicla, y para un envase de 1,5 litros se emplea 1,9 mililitros de agua.
Así que cada uno saque sus propias conclusiones, por mi parte el agua embotellada es cosa del pasado, llevo utilizando por años un aparato de tratamiento de agua por ósmosis que da muy buenos resultados. Por lo que predico por el ejemplo.
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