martes, 6 de noviembre de 2007

3 ideas políticas y 2 gallinas

Proteccionismo

Usted tiene dos vacas y dos gallinas. Todo va bien, más o menos, hasta que llega al poder un gobierno formado por personas con alta preocupación por el desarrollo del país. Ellas son autores del Plan Nacional de Desarrollo Industrial, mismo que se basa en la idea de hacer internamente todo lo que el país necesita. Confiado en las bondades de su idea, el gobierno toma su primera decisión fundamental.

Deciden cerrar las fronteras a los productos del exterior, especialmente los destinados al último consumidor. Así es que se impide la entrada de vinos, licores, latas de alimentos, carne, huevo, verduras, trigo y demás alimentos y bebidas. Todo debe hacerse en el país, lo que es una gran noticia para los contrabandistas que inician sus actividades de inmediato, establecen redes de distribución y hacen posible la adquisición de los mismos productos que antes había, ahora a un precio mayor.

Se abren nuevas empresas dedicadas a la fabricación de los productos cuya importación está prohibida. Usted, que produce leche y huevos, ve incrementar los precios de sus artículos, lo que es bueno para usted, pero no para el que los compra. Sus mayores ingresos se compensan con sus mayores gastos, pues el resto de la comida y la bebida cuesta más.

Sin embargo, todos están contentos porque se abren muchas nuevas empresas. Usted recibe el permiso de fabricación de alimento para gallinas por lo que el gobierno ha cerrado la frontera a ese producto. Igualmente, un amigo suyo ha empezado a construir una fábrica de alimentos para vacas, lo que también ha provocado el cierre de las fronteras a ese artículo. La industria nacional crece y el gobierno muy contento con los datos económicos decide cerrar las fronteras a los automóviles, por lo que otorga cuantiosos incentivos fiscales a los inversionistas.

Comienza la producción de autos y usted sufre la falta de refacciones para el suyo, pues tiene que importar las piezas y los permisos son tardados y caros. Hay más empleo y se abren más fábricas gracias a la limitación severa de importaciones. Se contratan más empleados de gobierno para manejar el Plan Nacional de Desarrollo Industrial.

Ante la falta de competencia y el tamaño del mercado, los autos son más caros y tienen mala calidad, igual que los alimentos para gallinas y para vacas, cuya producción tuvo un serio defecto y mató a una de sus gallinas. Pero el ritmo continúa y el gobierno decide aplicar más cierres de frontera, ahora a las máquinas que hacen las máquinas que producen los carros y los alimentos. Su primer paso es impedir la libre importación de programas de computación y de computadoras.

Surgen los primeros productores nacionales de programas, los que son incompatibles con los sistemas de los ordenadores actuales, por lo que el gobierno ordena la producción interna de esas máquinas también. Mientras tanto el contrabando sigue floreciente, añadiendo a su lista de productos programas de computación, piezas de auto y otras mercancías prohibidas.

La política proteccionista continúa su marcha y ahora se prohíben las importaciones de medicinas para el ganado. Mientras se construye la nueva planta, una epidemia mata a la otra gallina de su propiedad. Ahora, el gobierno quiere prohibir las importaciones de artículos que significan una gran salida de divisas y acelera las medidas, pues al no poder exportar por precio y baja calidad lo hecho en el país tampoco tiene dinero para importar.

La mira del gobierno se fija en la línea nacional de aviación, la que tiene que renovar varios de sus aviones. Para evitar la salida de divisas el gobierno ofrece incentivos a los inversionistas para abrir una fábrica de aviones, con un mercado nacional consistente en dos aviones cada tres años. El proyecto es detenido cuando se dan cuenta las autoridades que las turbinas deben ser compradas en el extranjero. Pero también hay que traer a las máquinas que hacen las máquinas que hacen las máquinas que hacen las turbinas, los asientos de los aviones, el cable que usan y todos los insumos.

La compañía nacional de electricidad sufre desperfectos que afectan la producción de los demás productos. Ya no ha energía para producir alimento para vacas en su fábrica, lo que mata a las vacas, lo que hace cerrar a las fábricas de quesos y mantequillas. Igual, las gallinas dejan de dar huevos por falta de alimento y la producción nacional cae estrepitosamente.

Usted se ha quedado son vacas y sin gallinas y es dueño de una fábrica de alimentos para animales que ya no existen.



Socialismo

Usted tiene dos vacas y dos gallinas, y vive razonablemente bien con el producto de su trabajo. Sube al poder un gobierno que desea hacer el bien a la sociedad y llevar el bienestar a todos los confines de su país. Con ese objetivo en mente, el gobierno crea diversos organismos gubernamentales, como la Comisión para el Estudio de las Oportunidades Sociales y el Ministerio del Progreso Integral.

El número de burócratas se duplica, todos con la tarea de elevar el bienestar social. La idea central del gobierno es la de coordinar a los sectores productivos de manera que la producción nacional obedezca a las necesidades reales del país.

El presidente del gobierno decreta la realización del Gran Consenso Nacional de Planeación en el que serán reunidos e integrados todos los planes de producción nacional, desde los productores más pequeños hasta los mayores. Usted recibe diversas notificaciones de la autoridad solicitando datos sobre sus vacas y gallinas, una de ellas, la más breve es un formulario de treinta páginas que solicita proyecciones de producción de leche y huevos durante los siguientes cinco años.

La oficina recolectora de la información nacional integrará en sus archivos los datos de todos los productores de todos los productos, para así lograr una verdadera coordinación de las necesidades nacionales. Mientras esa tarea se realiza, los productores nacionales se detienen en espera de que el plan nacional se encuentre listo y la producción de todo el país pueda ser coordinada de manera efectiva.

No hay nuevas inversiones pues todos anhelan ver el Gran Consenso Nacional de Planeación. El gobierno contrata más personal y recursos para terminar ese plan. Se forma un nuevo organismo gubernamental, el Instituto Coordinador de Recursos Nacionales, quien supervisará a todas las entidades involucradas en la realización del plan.

El tiempo transcurre sin que la información puede ser reunida y resumida en un solo documento que será pasado al presidente y sus ministros. Y usted no puede siquiera comprar medicinas para sus animales porque su producción depende del plan nacional y éste aún no está listo. Una de sus gallinas muere y la otra da menos huevos que antes porque la producción de alimento para gallinas aún no ha sido coordinada con el plan nacional y casi todos los veterinarios han sido llamados al gobierno para ayudar en la elaboración del gran plan.

Meses después, el gobierno anuncia que ya se encuentra listo el documento que resume todos los datos de los productores nacionales y que ahora inicia la etapa de análisis. En ese tiempo, usted ha tenido que llenar más de cien formularios y que viajar a la capital del país para tramitar permisos urgentes de producción de leche. Durante uno de sus viajes, una de sus vacas enferma y produce menos leche.

Al fin el gobierno emite el Gran Consenso Nacional de Planeación en el que se establecen con detalle los niveles de producción de los productos más importantes del país y hace proyecciones de producción que indican que el país resolverá su problema de miseria en ocho años y cinco meses. Se pide a todos los productores del país esperen a recibir las instrucciones específicas de acuerdo al plan nacional para que ellos procedan a sus labores en concordancia con el mencionado plan.

Tres meses después usted recibe un sobre voluminoso, con un libro de novecientas páginas que contiene las guías nacionales de producción de leche y huevos que deberá aplicar a sus dos borregos. Usted tiene que acudir a la capital para aclarar que usted no tiene borregos sino vacas. Después de visitar seis dependencias oficiales, se le promete enviar una corrección por escrito.

En ese libro se establece que el volumen de la leche será reportado en mililitros de producción, ya que así se dará la impresión de mayores volúmenes, pero que el rendimiento de las vacas será evaluado en el gobierno en kilos de leche producida. Por su parte, los huevos serán medidos en metros lineales de producción, divididos entre toneladas métricas de alimento animal de cualquier tipo. Toda violación al plan nacional será severamente castigado y el gobierno duplica de nuevo el número de burócratas para tener un inspector de planta en cada sitio de producción.

Meses después, usted recibe una comunicación escrita en la que se dice que es reconocido que usted no tiene dos borregos, sino siete patos y dos perdices.

Para evitar multas, usted decide leer el manual y estudiarlo en serio, además de ir de nuevo a la capital para corregir los datos. Para hacer lo que el libro indica, usted tiene que comprar máquinas para pesar la leche y medir los huevos, lo que encarece sus costos de producción, pero no puede subir los precios porque el gobierno indica que cada kilo de leche debe ser vendido a no más de una quinta parte del salario diario promedio nacional y que el gobierno modifica a diario.

Leyendo el manual, usted descuida sus vacas y una de ella muere. La otra deja de dar leche. Dos años después el gobierno anuncia que no se ha podido lograr la meta de producción de leche y de huevos. Usted mata a la única vaca que le queda para comprar siete patos y dos perdices pues de lo contrario recibirá una multa.



Liberalismo

Usted tiene dos vacas y dos gallinas y vive razonablemente. En su país sube al poder un gobierno liberal, el que pronto comienza a actuar de acuerdo a esa mentalidad. Como parte de su rutina acostumbrada, usted hace una visita a la capital de su país para tratar los asuntos de la regulación del precio de los huevos y la leche.

Al llegar a la oficina de gobierno, se encuentra con que ella está cerrada y haciendo preguntas se entera de que usted ya no tiene que pedir permisos ni dar avisos sobre los precios de la leche y los huevos que usted produce. Eso es responsabilidad suya y puede hacer lo que quiera.

Ni tardo ni perezoso, usted aprovecha la oportunidad y eleva los precios de esos productos, pero resulta que sus ventas disminuyen porque existen otros productos similares que se venden a precios menores a los suyos. No hay nada más que hacer que bajar sus precios a los del mercado.

Pero a usted se le ocurre otra cosa. Se reúne con otros productores nacionales de leche y huevos para elevar los precios en conjunto. Lo hacen, pero sus ventas se reducen porque existen huevos y leche importados a precios accesibles. Usted hace declaraciones en el periódico y pide asistencia gubernamental para la ayuda a la industria nacional y así mantener la soberanía nacional de huevos y leche.

No sucede nada y poco tiempo después usted se da cuenta de que lo que hay que hacer es incrementar la productividad. Por eso, usted decide hacer algunas inversiones y va con el gobierno a solicitar los permisos de importación de alguna maquinaria y tecnología. En el gobierno le dicen a usted que puede importar todo lo que quiera y exportar todo lo que pueda, y que deje de visitarlos para pedir permisos.

Usted hace esas inversiones y produce más huevos y más leche, por lo que decide entrar la negocio de la distribución de esos productos para lo que tiene que mudar a sus vacas y gallinas a otro lugar, donde debe cortar tres árboles. Usted va con el gobierno para pedir permiso para el transporte de los animales y cortar esos árboles. En la oficina gubernamental le preguntan si los animales y los árboles son suyos. Usted responde que sí y le contestan que entonces para qué va a molestarlos a pedir permisos que no se necesitan.

Usted inaugura sus nuevas instalaciones a las que cuida con esmero y donde planta más árboles, pues sabe que hay oportunidades de venderlas a buen precio. Ya que han llegado nuevas marcas de leche y huevos, usted decide lanzar nuevos productos mejorados y cuando se entera de lo que puede vender en el extranjero empieza a averiguar que hacer para competir en esos mercados.

Ahora usted comprende que usted es el responsable de sus actos y que no hay mucho más que hacer que trabajar más que los de su competencia. Usted se asusta. Para hacerse más fuerte, se asocia usted con uno de sus competidores y entre los dos ya tienen muchas vacas y muchas gallinas. Esto les permite reducir costos y para ello despiden a dos trabajadores, quienes protestan por eso y claman la intervención del gobierno.

Ya que no existen obstáculos para la inversión, esos empleados encuentran trabajo con relativa rapidez en otras industrias. Los artículos han bajado de precio y hay más surtido de ellos. Las personas que dependían de los contratos gubernamentales, sin embargo, la han pasado muy mal y muchas de sus empresas han cerrado provocando desempleo.

Muchas personas protestan en contra de un gobierno que deja a las personas hacer lo que ellas quieren dentro de la ley. El sindicato de cantantes folclóricos pide protección contra la competencia musical extranjera son subsidios gubernamentales, algún partido político clama por la soberanía de la nación en la producción de lechuga. No hay respuesta gubernamental, pues si los músicos quieren vender más tienen que complacer a los ciudadanos y si los productores de lechuga no están vendiendo igual de antes es que los consumidores no están tan satisfechos con sus productos.

Usted ahora gana más y aprovecha la oportunidad para mudarse a una casa mejor que usted mismo ha diseñado. Va a la oficina del gobierno a pedir permiso de construcción y allí le dicen que no necesita permiso, que todo lo que tiene que hacer es cumplir con los requisitos de la construcción por voluntad propia y que si no lo hace le pondrán una severa multa.

Usted sigue asustado, pues su trabajo es lo único que cuenta y la competencia es fuerte. Usted añora los tiempos en los que todo lo que tenía que hacer es complacer a algunos de los gobernantes para conseguir favores que hacían posible que su empresa tuviera utilidades. Ahora lo que tiene que hacer es complacer a los consumidores.

Igualmente se extrañan los tiempos en lo que el gobierno hablaba muy bonito de su intervención económica con la idea de lograr una nación más próspera y que nunca se logró. Ahora usted se da cuenta de que cuanto menos habla el gobierno del bienestar, más bienestar hay.

Al final, usted ya no tiene vacas ni gallinas, sino acciones de una empresa que tiene muchas vacas y muchas gallinas. Tampoco tiene que ir a cada rato a la capital a negociar permisos oficiales. Lo único que tiene que hacer es trabajar fuerte y tratar de mantenerse al día para que no llegue un nuevo competidor y le haga daño a su empresa. Usted es el responsable de sus acciones y ya no hay a quien echarle la culpa de los fracasos propios.


Via: www.contrapeso.info

1 comentario:

Anónimo dijo...

jajaja, muy interesante manera de defender el liberalismo, casi lo mismo que el neo-liberalismo no?