sábado, 10 de noviembre de 2007

Peliculas de hackers. Los hackers según Hollywood

Seguramente recordará a Matthew Broderick interpretando a un hacker en la película War Games. Ese film popularizó el hacking como actividad recreativa, al menos entre los adolescentes masculinos de aquel momento. Pero no fue la primera ni la última película relacionada con el tema.

Los hackers han sido plasmados en el celuloide de diferentes maneras: monigotes sin ninguna otra ocupación, nefastos villanos, genios malvados o héroes anárquicos. Y a medida que tanto los verdaderos hackers como sus motivaciones han cambiado, también lo han hecho sus colegas de la pantalla. En los filmes recientes se han vuelto cada vez más irreales, estereotipados, iracundos y capaces de realizar actos absolutamente imposibles.

Sin embargo, ha sido una constante en las películas representar a los hackers como personas solitarias que actúan de manera independiente para impedir (o algunas veces llevar a cabo) un plan maquiavélico. Si bien algunos hackers han sido presentados como luchadores en batallas distantes, en reinos desconocidos, la mayoría de las veces el hacker según Hollywood queda relegado a un ridículo personaje de historieta.

Tron (1982)

Una historia que se anticipó a su tiempo. Tron utiliza el concepto de ciberespacio como una dimensión aparte, para relatar la historia de un conflicto entre el bien y el mal en un universo paralelo.

Kevin Flynn (Jeff Bridges) es un programador que ha creado un videojuego enormemente exitoso, pero su jefe decide robárselo y despedir a Flynn. Al intentar ingresar a los sistemas de la compañía en busca de pruebas, Flynn es detectado por los sistemas de seguridad de la empresa y catapultado al ciberespacio, donde deberá combatir con el software de seguridad para sobrevivir.

Fue la primera película en ubicar a los actores en un mundo de "gráficos computarizados", si bien estos efectos fueron pintados a mano, cuadro por cuadro. Ese agotador trabajo dejó una enseñanza al mundo de las películas: para los efectos especiales es mejor usar verdaderas imágenes computarizadas que aplicar las técnicas de animación tradicional.

El film no fue demasiado exitoso en la taquilla, pero se convirtió en un objeto de culto entre los seguidores del tema. Su retrato de un mundo cibernético separado del mundo real, donde la información fluye libremente se anticipó a la Internet por casi una década.

WarGames (Juegos de Guerra, 1983)

WarGames despertó la curiosidad sobre el hacking entre toda una nueva generación, justo cuando las computadoras hogareñas comenzaban a convertirse en algo corriente. Predijo los riesgos de seguridad inherentes a que un sistema esté conectado a un módem (más tarde a Internet).

En el film, Matthew Broderick interpreta a David Lightman, un adolescente curioso e inquieto que utiliza su computadora, un módem y un programa para ingresar a lo que él cree se trata de los sistemas de un fabricante de juegos de computadora. Si saberlo a ingresado a WOPR, el principal sistema militar de NORA, un centro de comando de misiles nucleares en Colorado donde se llevan a cabo simulaciones de guerra nuclear con fines de entrenamiento.

Cuando Lightman comienza un juego de Guerra Termonuclear Mundial contra el sistema, el personal militar lo interpreta como un ataque enemigo y se pone en estado de alerta, preparándose para lanzar medidas defensivas. Lightman logra evitar un desastre nuclear sólo con la ayuda del introvertido creador del sistema WOPR.

Además de brindarle al público un primer vistazo al mundo del hacking adolescente y las técnicas que utilizan, WarGames mostró (y tal vez haya fomentado) la fascinación y el rechazo mutuo que existe entre los hackers y el ejército.

Real Genius (Escuela para genios, 1985)

El argumento de este film se centra en la visión de los hackers como pequeños genios que entienden y respetan la tecnología más que los adultos, que son quienes la crean. Un niño prodigio llamado Mith Taylor (Gabe Jarrett) ingresa a la universidad a los 15 años y comparte una habitación con otro genio precoz llamado Chris Knight (Val Kilmer).

Taylor y Knight ayudan a uno de sus profesores a construir un láser de alta potencia como parte de un proyecto de investigación, sólo que el profesor termina por robárselos para venderlo al ejército. Ambos estudiantes alteran el mecanismo de control del láser para vengarse de su profesor y de un estudiante rival.

Real Genius introdujo a los espectadores la idea de un villano que se aprovecha de la inteligencia de los hackers para llevar a cabo sus sucios planes.

Sneakers (Intrusos, 1992)

Antes de que la gente se avivara, la manipulación psicológica (engañar a una persona para que divulgue su contraseña o determinada información) era el principal método utilizado por los hackers para obtener ingreso a sistemas que de otra forma habrían sido inaccesibles.

Sneakers fue la primera película en representar la efectividad de tales técnicas, y también fue la primera en abordar el tema del cifrado de la información.

Encabezados por Martin Bishop (Robert Redford), varios rebeldes entrados en años --quienes terminaron convertidos en expertos en seguridad-- son convocados por el gobierno para obtener una misteriosa caja negra de procedencia y funcionamiento desconocidos.

Una vez que Bishop y su equipo se hacen con la caja descubren su verdadero propósito: quebrar códigos de cifrado para obtener acceso a sistemas informáticos. Y estos hackers mercenarios descubren que los "agentes de gobierno" no son sino miembros de una operación del crimen organizado que planea utilizar la caja para sus nefastos planes.

A medida que el hacking se popularizaba a fines de los 80 y comienzos de los 90, las fuerzas de seguridad comenzaron a atrapar bandas de hackers que robaban números de tarjetas de crédito e irrumpían en los sistemas telefónicos para hacer llamadas gratuitas.

La segunda mitad de la década de 1990 también fue testigo de los estragos provocados en Internet gracias a la amplia difusión que tuvieron algunas técnicas. Y como resultado, algunos hackers del celuloide adoptaron papeles más complejos.

Pero la mayoría de los filmes relacionados con la informática siguieron siendo melodramas trillados, y los hackers dejaron de ser los buenos para convertirse en los malos de la película.

No hay nada más superficial que un enemigo de James Bond, y los malvados personajes de The Net (La Red) no se quedaron atrás. Sneakers tiene un argumento más o menos interesante, y sus protagonistas tienen más personalidad que los caricaturescos villanos de Goldeneye y The Net, que llegaron tres años más tarde.

El hacker pasó de ser un personaje inofensivo a un oscuro antihéroe capaz de provocar serios daños.

Algunas veces arrastrados al mundo del hacking contra su propia voluntad, otras veces como participantes voluntarios más que bien dispuestos, las películas comenzaron a darle nueva forma a la imagen del hacker como miembro de una comunidad marginal de oscuros conspiradores y comprensivos protagonistas.

Goldeneye (1995)

James Bond, siempre adelantándose a su tiempo en relación con la tecnología, ingresa al mundo de los hackers. Esta vez Bond se enfrenta a la mafia y un corrupto militar rusos, ayudados por un engreído hacker también ruso.

El hacker, ex programador de computadoras en un lejano puesto de Siberia, ayuda a la mafia a robar un helicóptero de combate de alta tecnología y un arma satelital capaz de interferir sistemas electrónicos y computadoras con un alcance de ciento de kilómetros.

Al igual que en las demás películas de James Bond, los villanos carecen de matices, y el hacker ruso en particular viene a representar una nueva amenaza en la era de la guerra informática.

Este film fue el primero en retratar un hacker "malo" empleado por un ejército enemigo, tal vez en reconocimiento al incidente ocurrido en 1986 en el que unos hackers alemanes ingresaron en los sistemas militares de los EE.UU. por encargo de la KGB.

Hackers (1995)

El film presenta a un irregular grupo de hackers adolescentes atrapados entre dos fuegos, que deberán enfrentarse no sólo a los agentes federales que los persiguen por sus actividades, sino también a un hacker malvado que se dispone a propagar un virus de destrucción masiva con fines de extorsión.

Si bien a los protagonistas se los presenta extremadamente habilidosos, no todos son particularmente inteligentes, y a algunos se los muestra ingresando a sistemas ajenos movidos únicamente por aburrimiento.

Esta película le dio al público un primer vistazo sobre algunos detalles del accionar de los hackers, tales como el uso de seudónimos, y el sentimiento de pertenencia que les brinda la marginalidad. También fue la primera película en mostrar una hacker femenina, interpretada por Angelina Jolie --quien, comprensiblemente, se convirtió en una fijación para muchos hackers reales.

Emmanuel Goldstein, el nombre de uno de los personajes del grupo, fue tomado del seudónimo de Eric Corley, editor de la revista 2600: The Hacker Quarterly. El propio Corley tomó el seudónimo de uno de los personajes de la novela 1984 de George Orwell.

The Net (La red, 1995)

A medida que más y más información personal queda registrada en las computadoras, el robo de identidad se convierte en un problema de creciente importancia, especialmente para la protagonista de este film.

Sólo unas pocas horas antes de que Angela Bennett (Sandra Bullock), una experta en sistemas retraída y agorafóbica, deba salir de vacaciones, recibe un extraño programa de parte de un amigo a quien sólo conoce a través de Internet.

Al enterarse más tarde de que su amigo ha muerto misteriosamente, deduce que el programa debe contener información oculta que probablemente haya sido el motivo de su muerte.

Cuando el asesino descubre que el programa está en manos de Bennett, altera su registro de identidad creando un elaborado historial criminal a su nombre. Obligada a huir de las autoridades que están convencidas de su peligrosidad, Bennett debe determinar cuál es la información oculta en el programa y demostrar su inocencia antes de que las autoridades den con ella.

Los hackers de Hollywood no suelen tener demasiada similitud con sus pares de la vida real. The Net incluye las clásicas exageraciones que suponen que un hacker es capaz de hacer cualquier cosa, como robar información de una computadora lejana sin estar conectada a una red. El personaje interpretado por Bullock parece capaz de grabar cerca de un gigabyte de información en los típicos discos de 3.5", que hasta los niños saben no pueden almacenar más de 1.44MB.

Como suele suceder con muchas de estas películas, nadie que tenga que ver con el guión, la dirección o siquiera los actores parece tener idea de como funciona una computadora. Las confusiones de términos utilizados resultan graciosas… sin querer.

The Matrix (1999)

En este film, lanzado en vísperas del siglo XXI, el temor a un mundo controlado por computadoras adopta un aspecto aún más pesimista que el planteado por 2001: Odisea del espacio.

Thomas Anderson (Keanu Reeves) lleva una doble vida. Durante el día administra la red de una gran empresa, y durante la noche su alter ego --el famoso hacker Neo-- lo reemplaza y ocupa las horas de la madrugada investigando sistemas ajenos.

Una noche Neo se encuentra con un famoso hacker conocido como Morpheus. Cuando Neo acuerda encontrarse con Morpheus, pensando que el experto podrá darle alguna pista sobre alguna nueva técnica, Neo descubre que Morpheus es en realidad el líder de una banda marginal que lucha por el control de esta existencia manufacturada a la que llamamos realidad. Morpheus y su grupo reclutan a Neo para combatir a un enemigo aún más amenazador que los agentes federales: un software capaz de matar sólo con el poder de su mente.

Las referencias bíblicas y filosóficas reflejan el sentimiento ambivalente que la gente tiene respecto a la incorporación de la tecnología a la vida cotidiana.

AntiTrust (2001)

Esta película, que toma diversos conceptos de las que la precedieron, plantea el tema del hacker puesto al servicio de las grandes empresas.

En el día de su graduación, Milo Hoffman (Ryan Philippe) recibe una llamada del empresario multimillonario Gary Winston (Tim Robbins), quien lo invita a trabajar para su empresa. Recién después de haber aceptado trabajar en el proyecto de Winston --una red de satélites de comunicación de alta sensibilidad-- descubre que Winston está utilizando los satélites para espiar a sus competidores.

En su afán de eliminar despiadadamente a cualquiera que trate de interferir con la conclusión de su proyecto, Winston manda asesinar a un amigo de Hoffman. Este utiliza sus habilidades y el conocimiento de los sistemas para tomar control de los satélites y detener el plan de Winston de eliminar a sus competidores del mercado.

Si bien esta película fue un fracaso total de taquilla, dio una nueva vuelta de tuerca a un concepto clásico: los hackers al servicio de las empresas, y un héroe que lucha en inferioridad de condiciones contra el magnate y su gran imperio.



Via: perantivirus.com

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